Las piedras también tienen su vuelta al cole. Un clásico en el Born era la estampa oscura que daba Can Alomar, conocida popularmente como Can Thomàs des pedrís des Born, años acumulando el polvo que sólo se consigue a base de un cierre que parece eterno. Adquirido en 2007 por el grupo inmobiliario Ibosa por 36 millones de euros, la reforma acabará convirtiendo la casa pairal de los Thomàs en viviendas de lujo y locales comerciales que se prevén de quitar el hipo. El eco callejero aseguraba que Louis Vuitton iba a poner su pica en Palma. Los franceses lo niegan, aunque hace años, según se publicó en un diario vasco, Bilbao y Palma se perfilaban como los siguientes destinos de la exclusiva firma gala.

Lo único cierto es que el caserón asoma ya su mejilla restaurada, devolviendo la significancia que tuvo el un casal cuyo origen hay que rastrearlo a finales del siglo XIII, aunque su fisonomía actual se remonta al siglo XIX y se debe, siempre según Gabriel Alomar, a Pere de Alcántara Peña.

Muy cerca, dormita un hombre agarrado a sus bastones de nordic walking en el último banco del paseo, mientras los obreros apuran las obras que instalarán el segundo Zara Home de la ciudad. En la trasera del paseo sucede la vida, Los de Puro Hotel blanquean la calle Montenegro a base de una prolongación de su hotel que han querido nacarada y que muerde un trozo de la acera de enfrente. Como reclamo, "puro oasis continua". Un restaurante de destello, el Bar Bistro Montenegro 10, presenta en su carta un listado de "pinchos y cocina en miniatura", que se ajusta bien a la dieta que todos quieren emprender ahora que estamos de vuelta al cole, se acabó el despilfarro de la extra y todo sea por entrarle al otoño sin esos kilos que se han cebado un verano más.

En un ventanuco de la calle, asomas el ojo, al lado de la tienda de joyas de Thomas de Diego, y si la vista te alcanza lees lo siguiente: The fortune belongs to the few of us, shill willing to get our hands dirty. ¡Aleccionador! Está a escasos metros del palacete. ¿Casualidad?

En una tienda vecina, te entregan la mercancía en una bolsa de papel blanca. Sobre el fondo, un escrito: Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía: "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento, vengador. El otro está lleno de amor y compasión". El nieto preguntó: "Abuelo, ¿dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?". El abuelo contestó: "Aquel que yo alimente". Filosofía tamaño bolsa de papel. ¡Ya ven!