Es el tema del verano. Botellón, ¿sí o no? Mucho se ha dicho y escrito sobre el tema. Conocemos la postura de los jóvenes, los vecinos y los empresarios, y sabemos también que Cort ha creado una ordenanza para regular esta popular práctica. Lo que no se ha dicho es que la lucha generacional que ha despertado este polémico tema entre la sociedad se ha trasladado al seno de los diferentes partidos políticos.

Por unas razones u otras, los políticos más jóvenes no acaban de estar contentos con la ordenanza que se aprobó por unanimidad el pasado 30 de julio, cuyos puntos más importantes son la prohibición de que los menores beban en la calle y las concentraciones callejeras que alteren gravemente la convivencia ciudadana, así como la imposición de sanciones. Por eso, ya se han puesto en marcha para que se tengan en cuenta sus propuestas.

Sus principales reivindicaciones son que los políticos tengan más en cuenta sus opiniones, ya que ellos entienden mucho mejor la verdadera filosofía del botellón ya que todos, en algún momento, han tomado parte en alguno, por lo que pueden ser mucho más útiles a la hora de buscar soluciones que se adapten a todas las partes implicadas -empresarios, vecinos y jóvenes.

Lluis Enric Apesteguia, secretario general de JEN-PSM, reconoce que han tenido varias reuniones con los seniors del partido para intentar acercar posturas. "Nosotros no estamos de acuerdo con la propuesta del Partido Socialista. Creemos que está hecha sobre un planteamiento erróneo, por lo que se deberían pedir algunas modificaciones antes de que se plantee en el pleno".

Los jóvenes del PSM consideran que la ordenanza no se adapta a las verdaderas necesidades sociales. "El equipo de gobierno de Cort ha sacado esta normativa rápido y corriendo por las presiones a las que estaban sometidos. Cuando en realidad se trata de un tema que necesita más reflexión", remarca Lluís Enric.

También Toni Bauzá, presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, coincide en tachar de "rápida" la ordenanza de Cort. "Han buscado la salida fácil para contentar a los que hacían ruido. Y ni siquiera la han consensuado con los jóvenes", lamenta Toni, quien también afirma haber mantenido reuniones con algunos veteranos de su partido.

Sin embargo, las Juventudes socialistas les rebaten afirmando que desde su partido se contó con ellos desde el primer momento. "La generación que regula el botellón no lo ha vivido, por lo que son conscientes de que no lo entienden igual que nosotros", afirman tanto Xisco Dalmau, secretario general de las Juventudes Socialistas, como Toni Bujosa, secretario general de las Juventudes de Palma. "De hecho, en un principio se hablaba de prohibir el botellón, y finalmente no se ha hecho", recalcan ambos.

Además, Xisco Dalmau, afirma que "el partido lleva meses trabajando en la ordenanza. De hecho era uno de los puntos del programa electoral. Las protestas de estas semanas han sido casualidad", en clara referencia a los comerciantes, empresarios y vecinos del Paseo Marítimo que se han manifestado contra el botellón en las últimas semanas.

Precisamente, que el centro neurálgico de las reuniones de los jóvenes sea el Marítimo, es uno de los puntos con el que los jóvenes políticos no están de acuerdo. A excepción de los socialistas, quienes defienden, al igual que los políticos veteranos, que hay que proteger una zona de tanta importancia turística.

"Es la imagen turística de Palma. En el Marítimo están algunos de los hoteles más importantes de la ciudad, por lo que sí es adecuado que se prohiba el botellón", defiende Xisco. Pero ni a los nacionalistas ni a los populares les convences estas razones. "Con la protección de algunas zonas lo que se hace es crear ciudadanos de segunda", coinciden Lluis Enric y Toni. Ya que con esta medida lo que se va a conseguir es que los jóvenes trasladen la "fiesta" a otros barrios y a los vecinos no les quede más remedio que soportarlo, porque no están "protegidos".

Desde el PSM creen que es la mejor ubicación para el botellón. "Está céntrico y los vecinos no están tan cerca como en otros barrios. Además, está en plena zona de ocio", afirma Lluís, a la vez que defiende que lo hay que hacer es "regular el botellón en el Marítimo para que sea cívico y se respeten las normas de convivencia, no prohibirlo".

Desde las Nuevas Generaciones también sostienen que es una buena ubicación y que lo que hay que hacer es "controlarlo", por lo que proponen diversas medidas. "Se necesita más presencia policial y más papeleras. A la vez que creemos que debería haber puntos de información para concienciar a los jóvenes de los perjuicios que causa el alcohol".

El punto que cuenta con la aprobación de todos los políticos, es que se prohíba el consumo de alcohol a los menores, aunque con matices, ya que la forma de aplicar las sanciones en estos casos también difiere entre partidos.

Lluis Enric, PSM-Entesa, apuesta por que sean los padres quienes asuman la sanción, "ya que son los responsables de los actos de sus hijos". Mientras Toni, del PP, apuesta por una sanción compartida. "Que los padres asuman la parte económica, y los hijos realicen servicios a la comunidad, para que aprendan a hacerse responsables de sus actos", propone.

En definitiva, estos jóvenes tienen mucho que decir sobre el tema del botellón. Y para que sus opiniones no queden en nada, tanto Lluis Enric como Toni ya han adelantado que van a presentar diversas enmiendas contra la ordenanza.

Queda esperar si el pleno decide aprobar definitivamente la misma norma que apoyaron por unanimidad todas las formaciones políticas, o si finalmente deciden escuchar y tener en cuenta la voz de los jóvenes.