Un centro privado que acoge a personas mayores situado en la barriada de Pere Garau deberá cerrar sus puertas a partir del próximo día uno de julio, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) haya denegado la petición de suspensión cautelar de la actividad dictada por el Consell de Mallorca el 7 de mayo de 2009.

La directora, María José Jaén, ha comunicado ya a los familiares de las personas que acudían al centro –unas 10 ó 12 según el departamento de Servicios Sociales del Consell de Mallorca– que las instalaciones deberán cerrar el próximo sábado.

En la misiva que se remite a los familiares se indica que "no se trata de un cierre definitivo, sino de un hasta pronto", puesto que, según este escrito, se trata de una medida cautelar y, en consecuencia, el centro podría reabrir sus puertas cuando se hayan resuelto las deficiencias detectadas por el Consell.

De forma muy distinta se pronuncia, no obstante, el director general de Servicios Sociales del Consell de Mallorca, Jesús Mullor, quien afirma que la resolución de fecha 7 de mayo de 2009 "revoca la autorización definitiva y de funcionamiento del centro de día Llar de Pere Garau, cancelando su inscripción como tal y clausura la actividad".

El responsable del Consell afirma asimismo que los responsables del centro han incumplido nuevamente su obligación de comunicar a la Administración que van a cerrar. De hecho, tienen conocimiento de esta circunstancia por los familiares de seis personas que acudían al centro y que se dirigieron al Consell con el fin de encontrar una solución al problema planteado. Mullor relata las numerosas irregularidades detectadas en el centro desde que en 2009, a raíz de una inspección de los Servicios Sociales del Consell, se detectó la existencia de un centro con pernoctaciones no autorizadas. Sólo tenían licencia como centro de día y, además, se duplicaba la capacidad permitida.

Cuando se realizó la inspección se contabilizaron más de 40 personas que dormían en estas instalaciones y en pisos en condiciones no regladas porque, entre otras cosas, carecían de habitaciones.

Además de obligarles a cerrar como residencia, con posterioridad, por acumulación de sanciones y reiteración de las faltas, perdió la licencia como centro de día y, en mayo de 2009, se decretó su cierre, que se ha demorado hasta ahora puesto que sus responsables recurrieron la medida cautelar primero ante el juzgado de primera instancia y, después, ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears.