Un panteón de piedra gratis total para Fageda

En el auto de apertura de juicio oral se recoge que la Funeraria realizó gratuitamente "en una tumba adquirida por el Sr. Fageda –ex alcalde de la ciudad–, un panteón de piedra valorado en 280.173 pesetas. Previamente la empresa había adquirido al ex alcalde un nicho por 600.000 pesetas y que posteriormente vendió en el año 1998 por 200.000 pesetas. En 2000 la Funeraria pago por su reversión 328.257 pesetas.

Cuatro vehículos de gama alta en seis años

El juez destaca en el auto de procesamiento que, al poco de adjudicarse la ampliación del cementerio de Sant Jordi en 2003, Oscar Collado adquiriera un coche de gama alta, marca Volvo, por un importe de 50.000 euros. Como prueba del alto nivel de vida del ex gerente y de su esposa se señala, asimismo, que en el plazo de seis años adquirió también un Honda CRV, Saab y Minicooper.

Viajes no justificados y hoteles de lujo

El juez señala también en el auto que Collado ha realizado "numerosos viajes no justificados" alojándose "en hoteles de auténtico lujo", como por ejemplo el Hotel Bauzá y Miguel Angel, de cinco estrellas. En este útimo señala que se hospedó en compañía del "Sr. Julio Álvarez" –en referencia al actual portavoz del PP en Cort, Julio Martínez, "facturándose a la EMT por sólo dos noches 653 y 819 euros, respectivamente".

Chófer a disposición de Sans fuera de horario

El vehículo oficial de la Funeraria, así como el chófer, –que en el actual mandato ha sido suprimido– estaban a disposición de la ex presidenta y actual concejala del PP Marina Sans "fuera del horario de trabajo de la EMT". Por ello, la funeraria abonaba al conductor un plus mensual de 400 euros, así como diversas cantidades en concepto de horas extras, habiendose facturado un total de 1.248,5 horas extras.

Facturas falsas del cementerio musulmán

El constructor Juan Perelló Gayà, imputado por el juez por falsedad documental y malversación de caudales públicos, accedió, a petición de Oscar Collado, según consta en el auto judicial, "a emitir una factura falsa con la finalidad de cobrar del Govern balear una subvención anual de 32.000 euros durante cinco años, cantidades que, aún cuando se emitió el cheque, no fueron finalmente cobradas".