Academia de mecanografía, sofisticada tienda con los últimos modelos de la época en máquinas de escribir y, por último, un puntero establecimiento especializado en la venta de mobiliario de oficina. La sede de Gilet Oficina, situada en Vía Alemania, acaba de cumplir medio siglo dedicada a abastecer todo tipo de negocio. Este establecimiento abarca la mitad de la existencia de esta empresa centenaria. El Ayuntamiento de Palma, la UIB, Sa Nostra o Tirme cuentan con el célebre mobiliario de Gilet.

Mucho han cambiado los tiempos desde que allá por 1908 Josep Gilet Capó se paseara por los pueblos de Mallorca máquina de escribir en ristre. Entonces, Josep Gilet se hizo con la representación en Balears de la legendaria máquina de escribir Underwood. Su hijo Jaime dio más brios al espíritu emprendedor familiar. En 1943 abrió la primera tienda en Palma. También se extendió por Ciutadella, Maó, Eivissa, Manacor e Inca.

En 1960, Jaime Gilet dio una vuelta de tuerca y se decidió a aglutinar todo el negocio en un solo enclave: Via Alemania número 8. Su hija Francisca ha tomado ahora el relevo en la empresa familiar.

Las indispensables máquinas de escribir en cualquier oficina que se preciara se han convertido en piezas de museo. Desde las primigenias máquinas sin teclas, hasta unas aparatosas y extremadamente limitada calculadoras se pueden ver en su veterana tienda.

Las voluminosas cajas registradoras que marcaron toda una época también copan una buena parte del establecimiento. En algunas de ellas cada camarero tenía una clave y su propio cajón donde depositaba el dinero.

"A través de la academia, enseñamos a muchas mujeres mecanografía. Fue uno de los primeros pasos para la inserción de la mujer en el mercado laboral", apunta con orgullo Francisca Gilet, La heredera del imperio familiar ha tomado las riendas de una empresa mallorquina líder en el sector del mobiliario de oficina.

El boom de la máquina de escribir de principios del siglo XX fue aprovechado por su abuelo visionario. Su hijo Jaime, primero, y su nieta Francisca Gilet, después, mantuvieron vivo ese olfato y se han adaptado a los nuevos tiempos.

Reforma integral del despacho

"Las empresas acuden a Gilet y solicitan una reforma integral del despacho", explica Francisca rodeada por un auténtico museo de las máquinas fabricadas en los albores de la mecanografía. A través de esta empresa, se pueden contar fácilmente con muebles de oficina de primer nivel fabricados en Alemania, Italia y Portugal. Por supuesto, también se puede contar con muebles de primer orden de Alicante y Castellón.

Una empresa centenaria como Gilet ha vivido infinidad de avatares en su dilatada existencia de empresa centenaria. El enésimo contratiempo es la actual crisis. Francisca Gilet no quiere ni oír hablar de pesimismo en estos momentos difíciles. Todo lo contrario. "Debemos unirnos y pensar cómo salir cuanto antes", propugna desde su tienda cincuentenaria.