El núcleo de es Jonquet tuvo un impulso urbanizador durante el siglo XVII. Allí se establecieron cordeleros, mestres d´aixa, molineros y pescadores. Estos oficios configuraron la base social del barrio, una base popular que también fue capaz de erigir edificios y otros elementos de interés patrimonial: los lavaderos, el hostal Cuba, la ferretería La Central... y el Mar i Terra, teatro que muy pronto será recuperado como espacio cultural para los vecinos de Palma, especialmente para los del barrio de Santa Catalina.

Alrededor del año 1898 se fundó la Sociedad Mar y Tierra, la cual, ese mismo año, hizo construir un edificio a partir del proyecto de Josep Segura. En un principio, Mar y Tierra era una sociedad recreativa. No obstante, durante el mes de octubre de 1900 se convirtió en una sociedad de socorros mutuos que tenía como objetivo ejercer la beneficencia entre sus asociados. Al mismo tiempo, la sociedad tenía un carácter lúdico e instructivo, pues disponía de un teatro y de varias salas adyacentes. Sus directivos se propusieron crear una biblioteca y organizar cursos, conferencias... Esta fue la mejor época del centro. Allí se representaron zarzuelas y operas: Compradón y Arrieta, Marina, que tan buena acogida tuvo siempre entre los marineros catalineros. En 1906, la comunidad de las Hermanas Franciscanas de Santa Catalina estableció la Casa Cuna en es Jonquet, ofreciendo sus servicios en la planta baja del edificio Mar i Terra hasta el año 1916.

Al mismo tiempo, en 1907, la Congregación Mariana, que había sido fundada en 1905 en el barrio de Santa Catalina y dirigida por Antoni Massot, alquiló algunos locales del centro para poder llevar a cabo allí sus actividades: entretenimiento para los jóvenes, obras de teatro, conferencias... En 1916 el Mar i Terra se convirtió en escuela nacional para niños y, a partir de 1935, fue convertido en Colegio Público Jaume I, hasta que en 1943 éste se trasladó a su nueva sede, ubicada en Sa Feixina, donde se encuentra actualmente. De esta época se recuerda especialmente una sala convertida en museo dedicado a las ciencias naturales. Allí se podían encontrar insectos disecados, minerales, fósiles, esqueletos… La planta baja del edificio estaba habilitada como vivienda del director, siendo el primero don Joan Vidal Vaquer. De aquellos primeros años, además del director, se recuerdan a otros profesores que también gozaron de gran prestigio en el barrio, como era don Joan Català, don Pau Bosch o don Leopoldo, entre otros.

En 1943, una vez trasladada la escuela a Sa Feixina, el Mar i Terra volvió a tener un uso recreativo. En esos años de posguerra sobresale la figura del sacerdote don Miquel Bonnín, fundador de la Hermandad Obrera de Acción Católica. Esta Hermandad fue la que organizó múltiples actividades. Raro sería encontrar algún vecino de la zona, con un mínimo de inquietudes artísticas, que no hubiese actuado en las instalaciones del Mar i Terra. Allí se ofrecían cursos de baile y de instrumentos musicales populares y también se convirtió en la sede de una agrupación de ball de bot. Con los años el edificio se fue degradando paulatinamente, llegando a un punto en que dejó de ser utilizado, lo que agravó su estado de conservación. Por lo que cuenta Marc Sabater en su libro de Santa Catalina, sabemos que allá por los años 50 su estado ya era más bien decrépito: "se organizó una velada de entretenimientos artísticos […], el lugar era de una gran capacidad de público, ya que se trataba del que en su tiempo fue conocido como el Teatro Mar y Tierra, situado frente a la iglesia, teatro semiruinoso, conservando aún su gran escenario".

El edificio del Mar i Terra fue el primer edificio de la zona con carácter de espacio de ocio y cultura. Cuenta una leyenda popular que el mismísimo escritor Julio Verne asistió en cierta ocasión a este mismo teatro para ver la representación de una de sus obras. Lo cierto es que Julio Verne ni siquiera pisó nuestra isla.

Arquitectónicamente, el edificio del Mar i Terra se construyó sobre un pasadizo, hecho ex profeso para dar acceso desde la calle Sant Magí a la zona de es Jonquet. Es una construcción de planta poligonal que originariamente tenía la función de sala de baños, de la cual destaca la decoración en estilo neoárabe, otorgando al espacio un particular exotismo. El edificio principal es de estilo neoclásico, siendo su fachada uno de los elementos más destacados.

El año 2004 se convirtió en una fecha clave para la historia del Mar i Terra, pues en ese momento el ayuntamiento de Palma decidió comprar el inmueble para posteriormente restaurarlo. Parece ser que muy pronto, seis años después de su adquisición, el Mar i Terra volverá a recobrar vida y los ciudadanos no podemos más que alegrarnos.

(*) Cronista oficial de Palma