Unanimidad sobre el resultado de la reforma de la calle Blanquerna –"está preciosa"–, a excepción de la plaza París –"le falta un poco más de verde"–. La multitudinaria inauguración de ayer –"parecen las Ramblas de Barcelona"– permitió calibrar la opinión de la ciudadanía sobre el primer eje cívico de Palma y sirvió a un grupo de vecinos para empezar a recoger firmas a favor de la peatonalización, por ahora no contemplada.

Los comerciantes consultados prefieren mantener el proyecto consensuado con el Ayuntamiento, donde hay un carril de circulación y otro para aparcamientos, que se habilitarán después de Reyes. Sin embargo, algunos han cambiado de opinión tras ver el resultado de la remodelación. La regidora de Urbanismo, Yolanda Garví, cree que "algún día esta ciudad será lo suficientemente madura como para darse cuenta de que Blanquerna debería ser peatonal. Quedaremos encantados, aunque ahora hay un acuerdo pactado que se tiene que cumplir". La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, no quiso entrar en la polémica, aunque el presidente de la patronal del comercio Afedeco, Bartomeu Servera, le recordó que "el consenso debe respetarse".

El ejemplo de Oms

Al margen de las declaraciones oficiales, vecinos como Antonio Galisteo rememoraron "la que se montó cuando peatonalizaron la calle Oms. A ningún comercio de allí se le ocurriría ahora pedir que vuelva a pasar la circulación". En cambio, tiendas como la frutería Sabater prefieren que transiten los coches, "porque los clientes vienen un momento a comprar y quieren aparcar cerca", en palabras de Julia Perelló.

Lo mismo dice el propietario de la tienda de pinturas, Francisco Burrueco, aunque conoce a otros comerciantes que "han cambiado de opinión". "Si cada día hubiese el gentío que tenemos hoy [ayer], firmo ahora mismo a favor de la peatonalización, pero no será así", lamenta. Y rebate el argumento de Cort sobre que la calle Blanquerna es el centro de Palma. "Esto no es el centro, está claro".

La residente Menchu Abascal cree que "será una pena estropear este adoquinado dejando acceder a los coches". Teresa Escuder pide "que prevalezca el interés general sobre el particular". Miguel Ángel Barceló, que ahora cruza por aquí para ir a su casa en lugar de ir por 31 de Desembre, confía en que "al final caerá por su propio peso y se impondrá la peatonalización". El vecino Bartomeu Ferrer rompe la unanimidad de los lugareños y dice que "es mejor que circulen coches, para que haya más animación", tal como argumenta.

Mientras unos y otros debatían sobre Blanquerna, los concejales de Urbanismo e Infraestructuras, Yolanda Garví y Francisco Donate, apretaban el botón que daba luz a la nueva calle, no sólo la navideña, sino la de la nueva etapa que ahora comienza a caminar.