Farolas, semáforos, señales de tráfico... Cualquier elemento urbano vertical es bueno con tal de darse a conocer. "Se ofrece persona seria y responsable para..". Este es el encabezamiento más habitual de los numerosos anuncios que pululan por el mobiliario urbano. Centros comerciales y, sobre todo, hospitales son los escenarios predilectos por las personas que buscan esta forma de anunciarse.

No por tratarse de una fórmula alejada de internet es menos efectiva. De hecho, la mayoría de los anunciantes que utilizan el mobiliario urbano como soporte tienen un anuncio similar colgado en la red.

El caso de Mauricio es un ejemplo paradigmático de cómo compaginar la red con las farolas y semáforos en las inmediaciones de Son Dureta. Pese a este importante despliegue, la venta de su Citroën C-4 HDI aún no se ha consumado. "Puse el anuncio hace 20 días. Sólo lo coloqué en la zona de Son Dureta porque sé que lo ve mucha gente. También lo colgué en internet. Todavía no lo he vendido", se lamenta.

Otro caso bien distinto lo representa una mujer inglesa que tiene una habitación para alquilar en la zona de Marivent. El anuncio, además, de colgarlo en farolas de los aledaños de Son Dureta, lo puso en internet. "La habitación se encuentra alquilada hasta finales de enero", apuntó.

Sin embargo, la venta de automóviles o el alquiler de habitaciones no es el contenido más habitual de los anuncios. En su mayoría, las ofertas proceden de mujeres que se ofrecen bien como empleada de hogar o para el cuidado de ancianos. La coletilla "con los papeles en regla" es la más habitual, buena prueba de que la mayoría de las anunciantes son inmigrantes en busca de trabajo.

En Son Dureta, una buena parte de los anuncios que se concentran en farolas y señales de tráfico hacen referencia al cuidado de ancianos. "Externa. Señora seria y responsable se ofrece para cuidar niños, bebés, personas mayores. Realizo limpieza de casas y escaleras por las mañanas o por las tardes. Muy amable, mucha experiencia, ganas de trabajar, disponibilidad inmediata", reza un anuncio. Muchos de los carteles pegados a las farolas y a los semáforos parecen estar cortados por el mismo patrón.

En época de crisis, esta forma de anunciarse se ha multiplicado. Pese a que se encuentran bien visibles, estos anuncios vulneran la ordenanza del Ayuntamiento de Palma, de 25 de septiembre de 2003, que regula la publicidad dinámica.

Prohibidos por la ordenanza

Así, el artículo 33 de dicha ordenanza prohíbe explícitamente esta práctica. En el apartado "a", estipula que queda prohibido "situar o fijar cualquier tipo de material impreso o gráfico, cualquiera que sea su naturaleza, en el mobiliario urbano (arbolado, semáforos, señalización vial, farolas, y otros servicios". Estos anuncios, por tanto, estarían proscritos. También especifica que quedan prohibido cualquier anuncio en cabinas telefónicas, en fachadas, en vestíbulos o elementos externos de los inmuebles, entre los que se incluyen los porteros automáticos.

De hecho, la misma ordenanza municipal califica esta práctica, en su artículo 38, de infracción grave. El solo hecho de colocar anuncios en las farolas lleva aparejada una sanción que oscila entre los 150,25 euros y los 6.010,12 euros.

Pese a la aparente dureza de la normativa municipal, rara vez se persigue esta práctica. Mientras tanto, los anuncios en farolas y semáforos pululan por doquier en Palma, Muy especialmente en un momento de avidez de trabajo y dinero donde hasta internet parece haberse quedado pequeño.