Las ocho familias de la calle Socors desalojadas de sus casas el pasado miércoles por la noche como consecuencia del mal estado de un inmueble contiguo, tampoco pudieron ayer volver a sus casas. Se está a la espera de un informe del departamento de Urbanismo, que determine el alcance del peligro de derrumbe del edificio contiguo o de parte de él, circunstancia que provocó el desalojo de estas familias. Por el momento, las casi 30 personas afectadas continúan realojadas en dos pensiones, aunque deben desplazarse para comer a otro establecimiento. Asimismo, desde el pasado jueves por la noche, la calle Socors permanece cortada al tráfico, situación que ayer tampoco fue modificada.