La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, confirmó ayer que el equipo de gobierno va a proceder al derribo del edificio Flex, situado al final de la calle Aragó, y calificó esta actuación de "prioridad municipal". Manifestó comprender la "indignación de vecinos y comerciantes" de la zona ante el estado de degradación del inmueble, aunque rechazó que haya habido inactividad municipal en esta cuestión "porque llevamos dos años trabajando en intentar determinar quién es el propietario".

Recordó que este inmueble fue adjudicado a una empresa que, con posterioridad, renunció a hacer efectiva la cantidad acordada. Pero en la subasta se habían presentadodos ofertas más, el segundo licitador fue una empresa de Vicenç Grande, inmersa en el proceso de suspensión de pagos del grupo. Además, hubo una tercera propuesta presentada por otra empresa que en esos momentos ya no existe. De todas formas, la alcaldesa advirtió que la demolición del inmueble no se va a realizar de forma inmediata, sino que se ejecutará "cuando jurídicamente sea posible".

Desratización y censo

Mientras tanto, recordó que se han iniciado varias actuaciones entre las que se incluye la realización de un censo de las personas que ocupan el inmueble por parte de la Policía Local y de Servicios Sociales. Paralelamente, la concejalía de Sanidad está realizando una campaña de desratización y de control de roedores, que han proliferado en la zona debido a la acumulación de basuras y suciedad. Con posterioridad y antes de proceder al derribo, se realizará también una campaña de limpieza. El inmueble es de propiedad municipal, tras el convenio suscrico con la Comunitat Autònoma el pasado mandato por el que se permutaba este inmueble y el solar adjunto por dos terrenos del Ayuntamiento en la carretera de Sóller y el camino de Jesús.