El ex concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma Javier Rodrigo de Santos ha negado hoy todos los cargos que se le imputan por supuestos abusos sexuales a tres menores que le denunciaron por estos supuestos hechos aprovechando que estos dormían en su casa, al aseverar que "estando presentes mis hijos sería imposible, además de una barbaridad", recalcando incluso haber cometido "muchos errores pero no tengo psicología ni moralidad que me lleven a hacer semejante atrocidad" en relación a estos presuntos abusos, y ha achacado las acusaciones a una presión ajena sobre las supuestas víctimas, y a una venganza en el caso de un joven de 18 años.

De Santos ha explicado que sí conocía y mantenía una buena relación con la familia de los tres chicos que le acusan de haber abusado sexualmente de ellos en la propia casa del ex edil, si bien ha remarcado que eran personas necesitadas al ser inmigrantes y formar una familia de 9 de hermanos, y que los críos eran "un poco liantes" y veían la vida de una forma "distinta".

"Tengo la impresión de que no midieron la trascendencia de sus palabras", prosiguió el acusado, quien manifestó que haber dado a uno de ellos "una palmada en el trasero" o haber tocado a otro "una pierna en el coche" pudo ser magnificado por ellos posteriormente a que la Fiscalía presentase una querella contra él por malversar más de 50.000 euros públicos en clubes de alterne masculinos.

"Deduzco que a raíz de la querella le dieron más importancia de la que tenían", espetó De Santos en su declaración, durante la cual recordó haber participado en un grupo religioso en la parroquia de Son Oliva, aunque aseveró que nunca formó parte directamente de sus actividades, sino que únicamente acompañaba a su mujer, que ya participaba en el grupo antes de casarse con el "y yo le respeté", precisó.

Según ha declarado el concejal, fue ahí donde conoció a la familia Chellew, de procedencia inmigrante y a la que pertenecían los menores denunciantes, que tenía problemas para legalizar su residencia en España y "siempre me han pedido ayuda y me lo he tomado como una relación cordial", indicó

En cuanto a los hijos de esta familia, tres de los cuales presuntas víctimas de los abusos sexuales de De Santos, manifestó que la relación con ellos era "cordial, como con el resto de hijos de mis amigos". Tal y como recordó, Mariano era "el mejor amigo de mi hijo mayor" y fue a su casa en cuatro ocasiones, Francisco lo hizo en dos al igual que el menor, Cristóbal, ya que "les gustaba venir a casa a la salida de la parroquia y siempre procuré tratarlos como a mis hijos y que se sintieran como en su casa", aclaró.

Preguntado por los cinco hechos concretos relatados por la Fiscalía, De Santos negó que hiciese una felación a uno de los menores, Francisco, de 16 años y que el 21 de octubre de 2007 se quedó a dormir en su casa ya que "es repugnante y asqueroso", lamentando que éste "no midiese la trascendencia" de los hechos que denunció.

Mientras, respecto a presuntos tocamientos a otro hermano, Mariano Nicolás, de 14, también mientras dormía, el acusado aseveró que "si tengo algo en la vida son mis hijos y hacer esto estando ellos delante" -como postula la Fiscalía-, "sería una barbaridad y además mi mujer estaba en la habitación de al lado

No obstante, ha insistido en que no cree que la familia le haya denunciado por que tenga nada contra él, sino que es algo "ajeno a ellos; es una presión que les viene a ellos de fuera y, probablemente, tenga relación con su situación en España", aunque ha remarcado que es sólo una conclusión a la que él ha llegado.

"YO NO SABÍA LO QUE ERA EL 'POPPER'"

Respecto a otro de los episodios denunciados, el de Emmanuelle -que aseguró haber sido abusado sexualmente y que De Santos le ofreció un frasco de 'popper' -sustancia estupefaciente para la estimulación sexual y psicológica- aseveró que el denunciante, de 18 años y también hermano de los anteriores, "es el más polémico y conflictivo" y "nunca ha dormido en mi casa, nunca dejaríamos a nuestros hijos en manos de alguien como él y ni siquiera yo sabía lo que era el 'popper'".

Por último, en el caso de la presunta contratación de una prostituta por parte de De Santos en verano de 2005 para que ésta mantuviera relaciones sexuales, según el Ministerio Fiscal, con otro menor de 16 años, José María G., dentro de su vehículo mientras el inculpado observaba desde fuera, el ex edil aseguró que nunca contrató sus servicios al igual que "nunca he estado en Punta Ballena para proporcionarle alcohol e incitarle a fumar hachís", como postula la acusación pública.

Tal y como agregó para finalizar su declaración, en una ocasión llamó "derrumbado" desde prisión a la madre de los presuntos abusados para "pedirle perdón por lo que estaban viviendo, como padre y no por el juicio ni para reconocer estos hechos". "Por mi cargo estaban sometidos a una presión que desconozco y le llamé además para manifestarle que sus hijos no decían las como eran, y era injusto que los padres no se cerciorasen del daño que estaban haciendo", enfatizó.

En concreto, la Fiscalía le atribuye por todo ello cuatro presuntos delitos de abuso sexual, dos contra la salud pública y un último de corrupción de menores o alternativamente otro contra la integridad moral. Es por este procedimiento por el que el ex concejal, sobre quien ya pesan dos años de prisión por un delito continuado de malversación de caudales públicos, abandonó el pasado 30 de marzo la cárcel de Palma, en la que se encontraba de forma preventiva desde el 27 de junio de 2008, tras abonar una fianza de 100.000 euros.

Mientras tanto, en su escrito, la defensa del ex edil, ejercida por el letrado José Ignacio Herrero, niega que se produjesen estos hechos ya que "existe incluso imposibilidad física para que se realizasen", al tiempo que afirma que De Santos "no ha cometido delito alguno", por lo que "sin delito, no cabe hablar de autoría". Es por ello que el abogado del ex concejal pide la libre absolución para su patrocinado.