Los investigadores de la fiscalía anticorrupción y del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional están tratando de esclarecer si Oscar Collado se lucró, mediante comisiones u otros sistemas, con otros proveedores de la funeraria municipal palmesana.

Una de las pistas se deriva de la sorpresa que se llevaron los actuales gestores de la sociedad municipal cuando un proveedor de ataúdes se mostró dispuesto a venderles el mismo género suministrado en la época de Collado, pero un 20 por ciento más económico. La inesperada bajada de precios ocurrió tras la salida del ahora preso preventivo de la Empresa Funeraria Municipal (EFM) de Palma, un hecho que se produjo, tras un año de baja médica, en junio del 2008. Collado habría inflado en un 20 por ciento el precio de los ataúdes que compró la EFM y ahora se investiga a dónde fue a parar este sobreprecio.

Collado fue interrogado el 13 de junio acerca de la compra de féretros por la funeraria y si en un año la empresa compró, sin concurso alguno, un millón de euros en ataúdes. El encausado explicó que la EFM compraba los atáudes en grandes partidas y admitió que el gasto de un millón se hizo sin concurso.

Obras particulares

Por otro lado, Juan Perelló, un constructor que trabajó durante años para la EFM y que está acusado de delitos de presunta corrupción, ha admitido que hizo varias obras particulares en la casa de Oscar Collado, el ex factotum de la Funeraria en varias legislaturas y principal encausado en el sumario.

Perelló, defendido por Gabriel Garcías y José María Alonso, se ocupó durante años de tareas de mantenimiento para la EFM y también, en su calidad de aparejador, fue director externo de importantes reformas en varios cementerios y en otras instalaciones.

El imputado posee una constructora, Westie Inversiones S.L. y otra sociedad de arquitectura técnica. Perelló ha reconocido que hizo trabajos en casa de Oscar Collado, un chalé moderno situado en una lujosa zona de Son Xigala, donde reside con su familia. El constructor mantiene que la esposa de Collado le pagó en metálico por aquellos trabajos y que cobró en varios plazos.

Juan Perelló ha admitido también que la funeraria municipal no le abonó varias facturas por otros tantos trabajos realizados y ha añadido que, probablemente, Collado se quedó con su dinero. El encausado ha explicado que el entonces gerente de la empresa municipal le hizo quitar de algunas facturas el nombre de clientes particulares y pasar los trabajos como si fueran tareas de mantenimiento de espacios o instalaciones comunes.

Seguirá en prisión

Por otra parte, el juez Manuel Penalva, del juzgado de instrucción número 11 de Palma, denegó ayer la petición de que Óscar Collado quedara en libertad, tal como lo había solicitado el abogado Jaime Rodríguez Vinyals.

A pesar de que existía la posibilidad de que el ex gerente de la Funeraria abandonara el centro penitenciario esta semana, estas expectativas han quedado frustradas, al menos de momento, ya que el juez continúa tomando declaración a los testigos. Precisamente fue éste el argumento que utilizó el magistrado para decretar la prisión para Collado y evitar que pudiera ponerse en contacto con algunos de los testigos que serán llamados a declarar en el proceso de instrucción de este caso. La petición para que ingresara en prisión surgió de la fiscalía Anticorrupción, que se ha opuesto al recurso del abogado. El letrado presentará otro recurso de apelación ante la Audiencia.