El gerente de la Funeraria durante más de veinte años, Óscar Collado, ingresó ayer en la cárcel. El juez de instrucción del juzgado número 11 de Palma, en funciones de guardia, acordó la prisión provisional sin fianza. Inicialmente, la fiscalía Anticorrupción le ha imputado los presuntos delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, falsedad documental y fraude a la administración pública.

Collado, que fue detenido el jueves en su oficina, declaró ayer durante más de dos horas, desde el mediodía hasta pasadas las 14,00 horas de ayer en los juzgados de la Via Alemanya y se ratificó en lo que aseguró ante la Policía, que únicamente hubo posibles faltas o errores administrativos.

Sin embargo, el fiscal Pedro Horrach solicitó su ingreso en la cárcel debido, entre otras cosas, a la gravedad de los delitos que se le imputan y para evitar que pueda ponerse en contacto con testigos de la investigación, como por ejemplo proveedores que ofrecen servicios a la Empresa Funeraria Municipal (EFM). Otros motivos son evitar una posible destrucción de pruebas y que, en definitiva, interfiera en la investigación.

Su abogado, Jaime Rodríguez Vinyals, explicó que deberá estar en prisión hasta que finalicen las diligencias, por lo que la defensa pidió "que se agilicen al máximo" debido a que el imputado "está un poco perjudicado" de salud, ya que tiene la tensión alta. Asimismo, presentará un recurso contra esta decisión del juez de instrucción, Manuel Penalva.

"Adelantos de dinero"

Óscar Collado se declaró inocente en todo momento. Aseguró que no se ha llevado dinero de la EFM, pero reconoció que eran adelantos que tenía por costumbre solicitar, ya que su salario de 6.000 euros mensuales no eran suficientes para su nivel de vida.

Una de las cuestiones versó en torno a una supuesta factura falsa de 15.000 euros cargada a la EFM. Según las explicaciones, era para un adelanto y realizó dicha factura con su amigo Juan Perelló Gayà, un constructor que hacía trabajos para la empresa pública. Ahora la deuda la tiene con este empresario, no con la Funeraria, según afirmó Collado.

Este tipo de prácticas no han convencido al fiscal Horrach, más aún con el déficit que arrastra la polémica empresa pública.

El ex gerente de la empresa pública también justificó compras de ataúdes presuntamente hechas de forma irregular y explicó que las realizaba de forma progresiva, según dijo ante el juez.

Previamente a la declaración de Collado, había sido citado el constructor imputado, que salió en libertad. Perelló negó un trato de favor, aunque reconoció ser amigo de Collado y afirmó que éste aún le debe dinero.

El abogado de la Funeraria es otro de los implicados en el escándalo y el viernes declaró ante la Policía. El procedimiento continúa bajo secreto de sumario.