En su divertidísima y genial novela "Miss Giacomini" -uno de los mejores retratos de la sociedad palmesana anterior a la Guerra Civil- Miguel Villalonga, para muchos -aunque se suele decir en voz baja- uno de los mejores escritores mallorquines del XX, deja plasmado a través de uno de sus personajes como los palmesanos hemos vivido durante siglos pendientes d´en Figuera: "Lentamente, el reloj del Ayuntamiento deja percibir doce campanadas graves y majestuosas. Al oírlas, don Fernando Alameda corre hacia su despacho-observatorio y comprueba, una vez más, que el reloj del Ayuntamiento es un perfecto modelo de inexactitud". Con exactitud o sin ella, lo cierto es al menos desde el siglo XIV la campana, conocida como la "d´en Figuera", ha marcado los ritmos y las horas de nuestra ciudad.

La campana que actualmente corona la fachada de las casas consistoriales del Ayuntamiento de Palma, conocida popularmente como "En Figuera", tiene su origen en la antigua Torre de las Horas, una torre que estaba ubicada en la calle Victoria, detrás del oratorio que daba nombre a la calle y que se encontraba muy cerca de la plaza de Cort. Según el cronista Dameto fue el "Gran i General Consell" quien compró una torre a los frailes dominicos para colocar, en 1385, un reloj y campana. A partir del siglo XVIII pasó a titularidad municipal. La campana recibió varios nombres: "del Via Fora", "del Seny del Lladre", aunque acabó imponiéndose el nombre de su creador (1386): Pere Figuera, extendiéndose el nombre de "En Figuera" también al reloj. La campana pesaba treinta y siete quintales y dos libras y duró cerca de tres siglos. Por lo visto, el reloj fue uno de los primeros de torre campana que se han conocido en España. En la segunda mitad del siglo XVII la campana se quebró y se tuvo que refundir en 1680, conservándose, ésta, hasta el día de hoy. La campana en su parte inferior lleva inscrita: "ECCE CRVSEM DOMINI NOSTRI IESUCHISTI FVGITE PARTES ADVERSE VICIT LEO DE TRIBV IVDA RADIX. Y en otra línea inferior: AVE MARIA GRATIA PLENA DOMIN TECVM ORA PRº NOBIS BEATA ANNA ANNO DOMINI MDCLXXXI CARDELL. El erudito Antonio Frau contaba a finales del siglo XIX que "su sonido ha sido siempre diferente del de las demás de Palma, de cuyos vecinos era muy conocido por la impresión que producía cuando sonoro, grave y pausado les llamaba al recogimiento al toque de la Queda", o también conocida como "Del Seny del Lladre". Se trataba de veinticinco badajadas que se daban muy apresuradas tres horas después de puesto el sol. Al hacer esta seña los ciudadanos estaban obligados a retirarse a sus casas y era cuando salía de patrulla el "Cap de Guaita". El toque de queda fue suprimido en 1865.

En cuanto al funcionamiento del reloj de la Torre de las Horas, éste tenía un sistema de medir el tiempo muy diferente al actual. Este sistema se había adoptado en Mallorca debido a la influencia italiana -no era el sistema seguido en la Península- y los itálicos lo habían adoptado a su vez de Oriente. Sabemos por el padre Villanueva que "en la rueda en que hay marcadas las horas en los relojes ordinarios, figuraban catorce horas, que es el número mayor de horas que está el sol encima del horizonte en el mes de Junio, y (por de) bajo de él en el de Diciembre. El encargado de cuidarlo, todas las tardes al anochecer le daba cuerda". No nos extenderemos en el tema y tendremos que esperar a la publicación especializada del tema para entender la antigüedad y complejidad del sistema horario mallorquín. Lo cierto es que "En Figuera" en 1814 era el único reloj que seguía utilizando el viejo sistema de medir las horas.

El 13 de marzo de 1824 un huracán derribó parte de la Torre de las Horas y el 17 de octubre de 1848, estando ya completamente en ruinas se bajó la campana "En Figuera" y se demolió la torre. Fue entonces cuando se subió la campana a la azotea del edifico de Cort. Luego se colocó un reloj en la fachada del Ayuntamiento, tal como aún podemos ver en su inscripción: "Tiempo medio. Año de 1849". En 1862 se cambió el reloj por uno nuevo construido en París siguiendo los adelantos más modernos de la época. Tocó por primera vez el 10 de octubre de 1863 coincidiendo con el cumpleaños de S.M. Isabel II. En 1978 el reloj fue electrificado.

No creo que se exagere al decir que "En Figuera", junto con otras campanas, sigue siendo uno de esos iconos apreciados por los ciudadanos. Recuerdo que hace dos años, durante el emotivo pregón de la Festa de l´Estendard, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, Fèlix Pons pronunció unas palabras que explicaban la simbología que tienen para nosotros las campanas: "A Palma, ja no se´n senten moltes, de campanes.

Si no vaig errat, sonen la d´en Figuera, les de la Seu, les d´alguns convents de monges tancades i molt poca cosa més. Però els qui arriben a Palma saben que arriben a una ciutat i a un país on sonen les campanes. Palma està compromesa a mantenir el toc de les campanes [?] Per això, hem de mantenir vius els nostres somnis, la casa endreçada i les campanes temperades". Así sea.

(*) Cronista oficial de la ciudad