Tanto los promotores del tanatorio privado que se quiere construir en Palma como el presidente de la Asociación de Funerarias de Mallorca, Onofre García, consideran que el tanatorio de Bon Sosec, adquirido por el ayuntamiento de Palma en 1997, "es inviable económicamente" y lo califican de megalómano. En relación a la situación económica por la que atraviesa la funeraria municipal, Onofre García, a título personal, considera que la privatización sin más no sería la solución, puesto que, a su juicio, la funeraria municipal debe afrontar antes un proceso de reestructuración. Al respecto, indicó que debe modernizar sus estructuras como se ha hecho en otros lugares de la Península y separar los servicios funerarios del de cementerios. Este último quedaría en manos municipales. Asimismo, cree que el "lastre" de Bon Sosec no es el principal problema de la funeraria palmesana, puesto que una empresa que factura 8 millones anuales puede soportar perfectamente un gasto mensual de 30.000 en concepto de leasing. No osbstante, considera que la empresa está sobredimensionada, arrastra una gran carga de gastos de personal (un centenar de personas para algo más de 4.000 servicios anuales) y que no ha adaptado sus estructuras a la realidad del mercado.