A las dificultades económicas por las que atraviesa la funeraria municipal, que no son de este mandato, se ha sumado a lo largo de los doce meses del nuevo gobierno municipal el escándalo casi permanente. Primero supimos que se hacían descuentos no aprobados del 20% a las grandes aseguradoras, después que se enterraban y quemaban restos al aire libre y ahora no se sabe muy bien qué se quiere revisar.