El ex edil de Urbanismo por el Partido Popular (PP) en la pasada legislatura en el Ayuntamiento de Palma, Javier Rodrigo de Santos, en prisión preventiva desde el viernes por presunta corrupción de menores negó ante el juez dichos cargos, haber mantenido relaciones homosexuales o sufrir algún tipo de adicción o trastorno relacionado con el sexo. De Santos, que rompió a llorar varias veces durante su estancia en el juzgado de guardia, únicamente se declaró consumidor de cocaína, pero tildó de falsedades las imputaciones de unos menores, uno de los cuales sostiene que abusó de él estando dormido.

Rodrigo de Santos, sobre el que también pesa una acusación por presunta malversación de fondos públicos al emplear una tarjeta de crédito municipal en clubes de alterne homosexuales de Palma y Madrid, fue interrogado por el juez Antoni Rotger y la fiscal Concha Gómez sobre las sospechas contra él por presuntos abusos sexuales a varios menores de edad, entre ellos dos hermanos adolescentes. El antiguo regidor negó haber agredido sexualmente a los chicos. Los hechos habrían ocurrido en Mallorca hará unos dos o tres años.

"Solo tomaba cocaína"

El acusado, defendido por Bartolomé Vidal, rechazó con contundencia las versiones ofrecidas por los menores, a los que admitió conocer de su círculo de amistades y del grupo neocatecumenal de su esposa. "Sólo tomaba cocaína", repitió insistentemente el interrogado.

Fiscal y juez le preguntaron sobre unos hechos aparentemente notorios, como son las decenas de contactos sexuales pagadas con la visa municipal, en clubes de alterne de Palma y Madrid, un caso que denunció la fiscalía anticorrupción en marzo e investiga el juzgado de instrucción 5. Aquí el encausado también fue radical y rechazó haber mantenido relaciones homosexuales.

Entre las imputaciones que han llevado a la cárcel al político conservador destacan la de haber pagado una prostituta a un menor para que perdiera la virginidad. Después, se lo llevó con él a una sauna o spa donde supuestamente habrían tenido lugar los abusos.

En el sumario también costa la entrega, o promesa de entrega, de pequeñas cantidades (50 y 20 euros) a adolescentes para forzarles a mantener relaciones con él.

Otra supuesta víctima sostiene que fue a dormir a casa de De Santos porque era amigo de los hijos de éste. Estando el menor dormido en su cama se despertó sobresaltado al ver que el padre de su amigo estaba en el lecho y que estaba abusando de él.

Otras imputaciones incluidas en la causa parecen más débiles, puesto que en ellas se mencionan a varios menores como supuestas víctimas de abusos, pero de una forma menos contundente y por testimonios de terceras personas.

El juez ha decretado el secreto de sumario para preservar la identidad de las víctimas y para dar tiempo a la Policía a que culmine las pesquisas.

La fiscalía anticorrupción ya investigó en abril a De Santos por mantener relaciones sexuales con jóvenes menores de 18 años a cambio de dinero.