Los dos forenses y el psicólogo forense encargados de dictaminar el estado físico y mental del ex edil de Urbanismo de Palma en la pasada legislatura, Javier Rodrigo de Santos, acusado de malversar fondos con una visa municipal en clubes de alterne homosexuales, están interesados en entrevistar a la esposa del político conservador para calibrar el alcance de la supuesta toxifrenia que padece.

El Instituto de Medicina Legal de Balears está elaborando, a petición de la fiscalía anticorrupción, un completo informe sobre la posible adicción a la cocaína y las secuelas o trastornos que ha podido provocar esa toxicomanía en el ex regidor del PP.

La esposa de De Santos ha acompañado al político conservador en sus tres visitas a los juzgados de Vía Alemania desde el pasado 10 de abril. Se ha mantenido en un segundo plano en estas ocasiones en las que su marido fue citado por la jueza Ana María San José, instructora de la causa por supuesta malversación, y el equipo de dos forenses y un psicólogo encargados de hacer el peritaje.

Explorar a De Santos

Como ya adelantó DIARIO de MALLORCA, la prueba pericial forense requerida por la jueza se basará en unos análisis de cabellos del imputado (para determinar su posible adicción a las drogas y las fechas de consumo) y en unos completos exámenes de carácter psiquiátrico y psicológico.

El equipo de expertos en medicina legal también quiere volver a entrevistarse con De Santos, defendido por Bartolomé Vidal y que en sus dos últimas visitas a la clínica forense ha mostrado un aspecto de decaimiento. Allegados al encausado atribuyen dicho abatimiento a los fármacos para la deshabituación y al forzoso aterrizaje a la realidad de su situación, fruto también de la terapia que recibe en régimen ambulatorio en un centro privado de Madrid.

Un grupo de médicos, entre los que destaca el ex forense y psiquiatra madrileño Juan José Carrasco, han emitido un informe pericial a instancias de la defensa y donde se certifica que el antiguo regidor de urbanismo era consumidor habitual de cocaína, lo que le habría provocado secuelas físicas en su nariz y serios trastornos a la hora de controlar su voluntad.

Los forenses tienen que confirmar, descartar o matizar la toxifrenia o sus secuelas, "a la vista de toda la documentación presentada por la defensa". Fuentes próximas al caso han señalado que la elaboración del dictamen se demorará en el tiempo.