Ignoro la razón. Pero los romanos de la Vía Roma siempre me han resultado antipáticos. Estas estatuas, colocadas en homenaje a la participación de la Italia fascista en la guerra civil, tienen su historia. En un primer momento, se llevaron a este lugar dos de las piezas de la colección Despuig, la misma que podemos contemplar en el Museu de Bellver. Pero en 1942, ante el deterioro que sufrían al estar expuestas al aire libre, se encargaron dos copias al escultor Horacio de Eguía, quien fue ayudado en la labor por Pere Pavia al comienzo de su carrera.

De acuerdo a las facciones, son muy fáciles de identificar. La de la izquierda, mirando desde la Plaça Major, es Julio César. Mientras que a la derecha adivinamos un joven y deificado Nerón.

Hay estatuas romanas que se amoldan perfectamente a su marco urbano. Pienso por ejemplo en las del Portal de ses Taules de Eivissa, que también son réplicas. Están en un sitio justo, participan en la vida de la ciudad.

En cambio, las estatuas de la Rambla fueron mal colocadas. No es extraño que un camión se llevara por delante a una de ellas. En lugar de reforzar o crear una atmósfera propia, se levantan como pasmarotes de piedra en la entrada del paseo. No parecen emperadores ungidos por la púrpura y la majestad, sino una especie de guardias urbanos. Demasiado en medio. Vigilando y cotilleando.

Algún día habría que escribir un tratado sobre la vida oculta de las estatuas. Que existe y tiene importancia. Estas creaciones artísticas son un poco como los barcos o los instrumentos musicales. El uso permanente por parte de los hombres acaba por conferirles un alma. En el caso de las ciudades, depende mucho del entorno, de su carisma, de la influencia que puedan ejercer en los ciudadanos. Los romanos de la Rambla están colocados de una manera que no facilita la contemplación. Demasiado altos, sólo parecen mostrar impúdicamente la entrepierna. Con gesto ampuloso, desentonan con el escenario que les rodea. Carecen de la discreción por ejemplo de las Lleones del Born. Mucho más enigmáticas y sugerentes.