Javier Rodrigo de Santos, ex teniente de alcalde de Urbanismo de Cort, llegó a gastarse en una sola noche en un club de alterne de ambiente gay hasta 1.450 euros, que pagó con la tarjeta de crédito que utilizaba como cargo municipal, y que se cobraba a cuenta del Ayuntamiento de Palma.

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La fiscalía anticorrupción, que ha presentado una querella contra el ex teniente de alcalde del PP por un delito de malversación de caudales públicos, eleva hasta los 50.804 euros el dinero que se ha gastado De Santos en sus visitas habituales a estos locales de contactos sexuales. Se trata, según anuncia la querella, de una cifra provisional. La Policía aún está rastreando un grupo de facturas cobradas a cuenta de esta tarjeta Visa Business Plata por servicios que no se han concretado. La cifra defraudada, por tanto, podría ser mucho más elevada.

Rodrigo de Santos fue citado el pasado miércoles por la mañana ante la fiscalía anticorrupción. Acudió acompañado por su abogado Bartomeu Vidal, que le aconsejó que no declarara al no conocer los cargos que le imputaban. La fiscalía, que ya llevaba semanas investigando este tema, oficializó el mismo día la presentación de la querella. La firma el fiscal Carrau.

La investigación, que se inició el pasado mes de febrero, la instó el propio ayuntamiento de Palma que detectó una serie de gastos sospechosos e injustificados a cargo de la tarjeta que utilizaba De Santos.

Esta tarjeta la empleaba el teniente de alcalde por su condición de presidente de la Empresa Municipal de Obras y Proyectos Urbanos de Palma (EMOP). El rastro que deja este tipo de pago electrónico no deja ningún tipo de duda. Cada vez que se emplea queda constatada en un documento. La Policía, rastreando esta documentación, ha averiguado que el ex concejal de Urbanismo era cliente habitual de dos clubes de Palma de ambiente homosexual. Cuando representaba el cargo público también aprovechó un viaje a Madrid en el mes de junio de 2007 para visitar una conocida sauna. Pagó 350 euros a cargo municipal por un único servicio.

Sin embargo, su local preferido es Casa Alfredo, que está situado en la calle Ramon Servera Moyà de Palma. En este club de ambiente gay es donde se han cargado la mayoría de facturas. Según la querella, desde el mes de enero de 2006 a junio de 2007 (cuando ya había abandonado su cargo público) el político conservador cargó con esta tarjeta visa de la empresa municipal hasta 118 servicios.

Visitas continuas

En casi dos años sus visitas a Casa Alfredo son continuas. Cada semana iba de dos a tres veces y en distintos horarios. Su gasto mínimo era de 70 euros. La noche más cara fue el día 5 de octubre de 2006. Esta visita le costó 1.450 euros, que no pagó de su dinero, sino del que podía gastar por su condición de teniente de alcalde. No era una circunstancia extraordinaria que en una sola noche se gastara más de 1.000 euros.

De Santos dejó rastro de 80 visitas a estas "saunas" masculinas.Varias veces llegó a utilizar hasta cuatro veces la tarjeta en una sola noche por distintos servicios. En las facturas que están en poder de la Policía la cantidad que se paga no es siempre la misma. Se pagan en diferentes horas y en distintos días. Precisamente los horarios de estas facturas, en las que lógicamente no se especifica el tipo concreto de servicio que disfruta el cliente, es lo que levantó las sospechas de los auditores. Aparecen facturas a la una, a las tres y hasta casi las ocho de la mañana, horarios poco habituales para que un político del ayuntamiento de Palma pueda realizar gastos a cargo de la cuenta corriente municipal. Este tipo de negocios suele utilizar el nombre de empresas ficticias para que en las facturas no figure que el dinero que se abona es por una relación sexual.

La Policía ha constatado que a nombre del comercio Alfredo Gómez Ribada (titular del negocio) se cargan hasta 81 operaciones por valor de 28.468 euros. A partir del mes de enero de 2007 las servicios de este club se cobran a través de dos empresas. Una aparece inscrita a nombre del encargado del local, que es un extranjero. En la otra figura la empresa denominada "Lavandería Miele", local que está ubicado en el Paseo de Cala Major, pero que guarda relación directa con Alfredo Gómez, el dueño del club de alterne. En esta terminal electrónica se cobran facturas por valor de 20.349 euros. Sólo en este club próximo a la plaza Gomila el responsable del área de urbanismo en la época de Catalina Cirer llegó a gastarse 48.817 euros, según queda reflejado en la querella.

Otro club

No es el único club en el que Rodrigo de Santos, según la fiscalía, ha disfrutado de servicios sexuales que no ha pagado con su dinero. También era cliente del club de alterne Prometeo. Se trata de un negocio que se publicita en Internet y que está situada en el número 4 de la calle Joan Alcover, en Palma. Documentalmente figura que a este club acudió en dos ocasiones en el mes de mayo de 2006, pocos días antes de abandonar su cargo público. Es cierto que no era un cliente habitual de este club, pero sí generoso. Abonó por cinco servicios un total de 880 euros. Este dinero lo reintegró al mes siguiente, cuando ya no tenía responsabilidad política. En la cuenta bancaria del EMOP se realiza un ingreso de 880 euros. Sólo se identifica con la palabra "Juan Alcover 4", que es la dirección del club Prometeo.

Pero no sólo ha pagado Rodrigo de Santos servicios sexuales con esta tarjeta Visa Business Plata. Abonó dos facturas por compra de facturas en supermercados.

Un detalle importante que señala la querella, y que intenta demostrar que el ex concejal era muy consciente de que estaba gastando dinero que no era era suyo, es la maniobra que se inventa para maquillar estos gastos. Señala que las facturas pagadas en el club de Alfredo Gómez eran en concepto de "consulting de relaciones públicas y asesoramiento de imagen". Es evidente que durante un cierto tiempo esta maniobra le dio resultado, pues fue utilizando la tarjeta durante dos años sin que nadie de la intervención municipal apreciara ninguna sospecha. Sin embargo, en la última auditoría que realizó una empresa especializada, contratada por el anterior gobierno municipal del PP, se detectó esta serie de facturas cuanto menos sospechosa.

La querella, por sorteo, recayó ayer en el juzgado de instrucción número 5 de Palma. La fiscalía pide que el político del Partido Popular pague una fianza de 70.000 euros.