Los nombres de las calles Gremi de Forners, Saboners, Teixidors, Boters, Fusters y hasta 14 gremios más hacen pensar inmediatamente en el polígono de Son Castelló. Los más de dos millones de metros cuadrados que ocupa entre el Camí Vell de Bunyola y la carretera de Sóller fueron una ilusión en 1964, cuando se constituyó la Asociación de Industriales de Mallorca, más conocida como Asima. Sólo tres años después se convirtieron en una realidad y este año se celebra el 40 aniversario de era realidad: La inauguración por todo lo alto del "primer polígono industrial de España", tal como destaca Miguel Bordoy, el actual presidente de Asima.

"Fueron unos visionarios, unos avanzados a su tiempo", añade. Un grupo de empresarios "tuvo la idea de sacar las industrias fuera de la ciudad, por lo que compraron la finca de Son Castelló para ubicar todas las empresas juntas". Cuenta que para ello formaron una junta de compensación y comenzaron a urbanizar el gran solar. Pese a lo inmenso de podía ser en aquella época, fueron tan previsores que construyeron las calles el doble de anchas de lo proyectado, "porque uno de los impulsores, Juan Pons, viajó a los Estados Unidos y vio que había trailers enormes que, cuando se implantasen en España, no cabrían por las actuales vías", en palabras de Bordoy.

En la inauguración, el día 4 de noviembre de 1967, el presidente de entonces, Ramón Esteban, dijo que "el nacimiento de Asima fue un reto de la previsión, de cara a un futuro, que ojalá no llegue nunca, en el que quizá la arena y el sol no produzcan divisas", según se lee en las crónicas de DIARIO de MALLORCA. También se avanzó a su tiempo con estas palabras.

Más de mil empresas

Lo que no calculó bien fue la gran implantación de empresas en los antiguos campos de almendros. Creía que en los antaño llamados polígonos de La Victoria y La Paz (ahora Son Castelló y Can Valero) habría "hasta trescientas industrias y almacenes de servicios". En la actualidad, existen alrededor de 1.100 empresas en el primero y unas 400 en el segundo.

Lejos ha quedado la primacía de industrias del sector primario y secundario. "Las que se instalaron eran empresas familiares y, como suponía un gran esfuerzo inversor y de crecimiento, hubo muchas que se arruinaron. Por eso llegó a conocerse coloquialmente como el Valle de los Caídos", recuerda el actual presidente.

En cambio, la mayoría de las que prosperaron continúan allí y ahora el polígono de Son Castelló tiene el metro cuadrado de suelo industrial más caro de toda la isla y las empresas más importantes del sector terciario, entre ellas las grandes cadenas hoteleras.

Tal como indica el director de Asima, Alejandro Sáenz de San Pedro, "el desarrollo del polígono [del sector primario y secundario al sector terciario] ha sido paralelo al producido en Mallorca".

Otro de los ámbitos en los que Asima fue precursora fue en dotar Son Castelló de infraestructuras públicas. Cedió los solares para construir el parque de bomberos, el polideportivo Príncipes de España y el instituto de FP Verge de Lluc. Y hace tan sólo dos años inauguró una guardería para los hijos de los trabajadores.

Por todo ello se convirtió en un referente para otros polígonos de la península, como por ejemplo en Alicante, Cádiz y Granada, donde hay una calle llamada Asima.

Pensando en el futuro, Bordoy concluye que "los dos polígonos de Palma están presos de su propio éxito y las carencias que tienen actualmente, como la escasez de aparcamientos, se van subsanando poco a poco".