La jornada festiva de ayer se notó en las calles del centro de la ciudad, que se llenaron principalmente de familias con niños pequeños. Sin embargo, no todos los comercios decidieron abrir aprovechando una jornada en la que muchos pensaron hacer sus primeras compras navideñas o tan sólo respirar el olor y el color de estas fechas.

Por la mañana en las calles Sindicat y Sant Miquel una parte de los establecimientos decidió hacer fiesta y cerrar sus puertas. No sucedió lo mismo en Jaume III y el Born, donde la mayoría estuvo en activo. En Sindicat podía verse el coche que sortean las tiendas como recompensa a sus clientes por comprar productos.

La conducta de los paseantes era muy parecida: miraban los escaparates pero pocos se decidían a entrar al interior y comprar. Los más pequeños eran los que daban vivacidad y colorido al ambiente. Proliferaban los puestos de venta de globos y todo tipo de objetos. "He decidido abrir porque pensaba que hoy sería un día de muchas compras coincidiendo con el puente festivo", explicaba una de las comerciantes. Cerca, había una pareja con niños pequeños comprando desde churros hasta cañas de azúcar.

Cerca de allí, en la plaza Marqués del Palmer un mago infantil atraía a su alrededor a un buen número de niños y a sus padres. Esta atracción formaba parte de la iniciativa del ayuntamiento de Palma "Palma, tot un centre de diversió", con la que se pretende dar vida y animación a la ciudad durante las fiestas navideñas para promover que los palmesanos hagan sus compras en los comercios del centro histórico y descubran todas sus posibilidades de ocio.

En este proyecto han colaborado las concejalías de Consumo y Comercio, Cultura, Movilidad y Participación Ciudadana. El objetivo es mantener este plan en los festivos y los sábados por la tarde. La línea 2 de autobús de la EMT, que hace el recorrido por las calles del centro histórico los días laborables, continuó funcionando ayer. El nuevo aparcamiento subterráneo de sa Riera fue gratuito y se puso a disposición de los usuarios un autobús gratuito hasta el mediodía para evitar encontrarse con los atascos y la falta de plazas de estacionamiento en el centro de la ciudad.

El sonido y el traqueteo del ´trenet´ de Nadal volvió a escucharse ayer desde la plaza de Cort pasando por el Born, la Rambla, la plaza Joan Carles I y el paseo de Mallorca. La algarabía infantil se expandía por el interior de los vagones.

En el paseo del Born el grupo de ´teresetes´ Migjorn contaba historias de indios y otras de temática variada mientras los curiosos que paseaban se paraban a observar, incluidos los que estaban en la terraza del casal Solleric.

Un gran cercavila y la figura na Bosseta, que representa al pequeño y mediano comercio, recorrió las principales vías comerciales por la tarde. Los que querían quedarse con un recuerdo tuvieron a su disposición talleres y caricaturas. Para montar el típico belén muchos se pasaron por los puestos de la plaza Mayor para comprar los pastorets y las figuras confeccionadas de manera tradicional por los artesanos.

Mientras unos estaban de fiesta otros trabajaban para quitar las numerosas hojas secas que se amontonan en las calles durante esta temporada. Los operarios de Emaya se afanaban en llenar bolsas de vegetación. Una barrendera que estaba en la calle Unió ayer por la mañana explicaba que hace unas semanas que están retirando la hojarasca.

Los controles policiales entre los puestos ambulantes también se reforzaron. Varios agentes pidieron la documentación a artistas callejeros y músicos que se concentraron en la calle Sant Miquel. Vigilaban el cumplimiento de la normativa municipal.