Esta es otra de las plazas que en el Ayuntamiento no se han preocupado de darle un nombre definitivo. En ocasiones, a algún vecino de la zona se le escapa el toponímico de Son Rigo, debido a que una parte de este espacio ajardinado tiene uno de sus límites laterales en la avenida del mismo nombre. Al final de esta avenida se encuentra la finca de Can Pau Rigo, en medio de un campo que tiene como frontera la autopista de Llevant, pasado ya el aeropuerto de Son Sant Joan.

La que podemos denominar plaza de Son Rigo es uno de los espacios más encantadores de esta particular zona de la Platja de Palma, la cual tiene vecindad con las barriadas de Les MEravelles, Sometimes y Pil.larí. Esta plaza ajardinada, con una serie de detalles coquetones, como una pérgola junto un pequeño anfiteatro con tres líneas de escalones, también utilizados como asientos, en temporada turística alta, por grandes y pequeños.

Las otras tres vías que completan el cuadrado perímetro de esta zona ajardinada con personalidad y diseño de plaza son las calles Samir, Jonc y Violer. Se tratan de tres vías en donde se asientan una serie de chalés, componiendo una pequeña colonia. En la confluencia de esta plaza con la avenida de Son Rigo comienza la calle Mar d´Aral, en la que aparecen una serie de hoteles y edificios de apartamentos. Frente a la plaza, en la esquina de la acera de los números pares de la avenida Son Rigo se está alzando un edificio de viviendas. En ese espacio que ahora se está urbanizando, anteriormente se encontraban unas instalaciones deportivas.

El verano y el invierno son las estaciones que marcan circunstancialmente este lugar, que denominamos plaza de Son Rigo. En la temporada baja, la tranquilidad se adueña de la zona. Cuando se acerca la primavera y los hoteles cerrados comienzan a abrir sus puertas, los alrededores empiezan a animarse. Junto a los habituales de este espacio público, la mayoría vecinos de chalés y apartamentos de la zona, sin olvidar a los niños, cuando comienzan las vacaciones empiezan a aparecer turistas con sus críos, especialmente al atardecer. Según se puede observar, en muchos anocheceres estivales se produce un curioso relevo. Mientras los residentes se marchan para ir a cenar, empiezan a llegar padres con niños o grupos de adolescentes de diversas nacionalidades, que ya han pasado por el comedor.

En la zona del anfiteatro hay instalado un columpio. Sobre este espacio en donde abunda la arena, aparece una hilera de bancos de madera. La sombra de la pérgola que se proyecta sobre este espacio, a ciertas horas del día, especialmente en verano, amortigua la soleada que domina el lugar. Una serie de parterres con abundante arbolado, sin faltar cierta iluminación, ponen un acento de verde naturaleza en un lugar eminentemente turístico, en verano, desconocidos para muchos vecinos de Palma.