Diario de Mallorca

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Salvo tirarse sonoros pedos en un bautizo no se me ocurre mejor manera para un periodista de perder prestigio que defender lo indefendible. Se me ocurre esta idea viendo a una tertuliana en un programa televisivo defendiendo no a Cifuentes, al comportamiento y la estrategia de Cifuentes. Erre que erre, que "no ha hecho nada malo". El periodismo pierde chorros de credibilidad gracias a gente que se mezcla con políticos y adopta como argumento los argumentarios. Pero eso ya lo están estudiando y denunciando bien los teóricos. No es este un artículo sobre periodismo. Tampoco es un manifiesto ético. En cuanto me inviten a una bien remunerada tertulia estoy dispuesto a sostener lo que haya que sostener, incluso a sostenerle el bolso a la presentadora mientras le preparo un café y ella va al baño.

El problema de ser pobre es que tienes escrúpulos. O sea, ves la tele y te indignas. Si tienes dinero no tienes ese problema porque en vez de estar viendo la tele estás en las Bahamas, amañando un máster, en un spa o en un escaño. Ahora soy yo el que está tal vez haciendo perder prestigio al periodismo, exhibiendo un cierto cinismo que, lo diré en mi defensa, no es tal y sí un pretendido humorismo por ver de quitarle hierro al asunto. Mejor sería decir a los asuntos. Aunque en eso de quitar hierro conviene ser moderado. Una vez un amigo se empeñó en una conversación en quitarle hierro a la propia conversación, que iba sobre el hierro. Entonces la conversación se quedó en nada. Si le quitas hierro a una conversación sobre automóviles, igual te quedas con los neumáticos, el volante y la tapicería, si es que el coche es de hierro, pero si quitas hierro al hierro te puedes quedar en esa nada, en el nihilismo. Claro que, bien pensado, la nada es también fecunda. Agarrémonos a la frase de Bécquer, "el que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo". De paso, sacamos al poeta sevillano del ámbito de las golondrinas oscuras que volverán, que están ya un poco pesaditas y que se han constituido en tópico más que en bandada. No es el caso de las tertulias, que volverán hoy también, oscuras o claras, a proporcionarnos por igual sólidos argumentos que nos hagan pensar o sólida munición (¿de hierro?) partidista sectaria contaminante. Aclaración: te puedes tirar pedos en un bautizo si eres el bautizado.

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