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Matías Vallés

Al azar

Matías Vallés

Unanimidad en Porreres

Tiempos de asesinatos y homicidios. Un septuagenario mallorquín mata en Porreres de un disparo a un fornido veinteañero colombiano, que se había introducido en su domicilio con intención de robarle. Semanas después, la familia del presunto atracador fallecido acusa al autor de la muerte ante los tribunales. Que no esperen contar con la simpatía ciudadana. En el resto de la sociedad local, y estamos hablando de un millón de personas, no se ha levantado ni una tímida voz para denunciar la posible desproporción entre las pretensiones del fallecido y el resultado mortal de su pésimo propósito. La solidaridad con el anciano ha desbordado con mucho el ámbito de su pueblo. Ni siquiera se han pronunciado los colectivos profesionales de la explotación de los buenos sentimientos.

Desde la exigencia de estricto testimonio a que obliga el periodismo, el jurado popular constituido por la entera Mallorca ha emitido un veredicto, "Se lo ha buscado". Queda delimitar el factor decisivo que apuntala este pronunciamiento radical. Se barajan la diferencia de edad, de vigor físico, de extracción geográfica, o la defensa de lo nostro. El argumento definitivo es la violación del domicilio ajeno, a falta de determinar si los golpes sufridos por el autor del disparo fueron previos o posteriores al homicidio. El respeto que ha inspirado el alineamiento general y visceral ha asustado a la propia Delegación del Gobierno, que hace trampas como de costumbre para reenfocar un atraco hacia un ajuste de cuentas, no vaya a ser que alguien busque responsables de la inseguridad ciudadana.

La actitud unánime ante el homicidio de Porreres emparenta con el aplauso también generalizado en Cataluña, tras la eliminación sin contemplaciones de los culpables del atentado islamista de agosto. La isla entera se ha sentido amenazada junto al septuagenario. El siempre presente Matas le bromeaba un día a una ministra estupefacta que "los mallorquines somos un poco mafiosos". Han recuperado la conciencia de tribu, al margen de ideologías. Mallorca se ha vuelto de repente muy antigua.

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