El 8 de marzo no es un día de fiesta. Es una fecha clave en la lucha del feminismo para millones de mujeres en el mundo. Esta fecha es ante todo una jornada de lucha, para hacer balance de las conquistas adquiridas y del camino que aún tenemos que recorrer para conseguir la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres

No puede haber una sociedad verdaderamente democrática si no somos capaces de eliminar los comportamientos y actitudes machistas que atentan contra más de la mitad de la población. El machismo, fruto del patriarcado más rancio y más perjudicial para las mujeres se extiende en todos los ámbitos, desde el familiar, social y laboral hasta la más cruel de las manifestaciones como es la violencia de género que se ejerce hacia las mujeres.

El PSOE siempre se ha situado a la vanguardia de las políticas de igualdad en este país, y en este sentido en el ámbito laboral, hacemos una apuesta firme y contundente a través de nuestra propuesta de leyes sobre brecha salarial y sobre igualdad laboral, para dar respuesta y contribuir a eliminar las diferentes situaciones de discriminación que tienen las mujeres en el acceso al empleo, la promoción laboral, la brecha salarial junto a la precariedad y la temporalidad, entre otras cuestiones que conforman la columna vertebral de la desigualdad laboral de las mujeres.

Por ello, nos sumamos a las acciones marcadas por los dos sindicatos mayoritarios (UGT y CC OO), apoyando la propuesta de parón laboral de dos horas en la jornada del 8 de marzo, como una medida de concienciación y reivindicación ante la situación generalizada de desigualdad laboral que tienen las mujeres, y de todas las desigualdades que afectan a la condición de ser mujeres en nuestro país.

Nos sobran las razones para hacerlo. Las excedencias por cuidados de mayores e hijos es cosa de mujeres. La tasa de actividad de las mujeres es aproximadamente 10 puntos menor que la de los hombres y la tasa de paro de las mujeres está cuatro puntos por encima. El trabajo a tiempo parcial en las mujeres representa aproximadamente un tercio más que el de los varones. Y no es porque lo escojan voluntariamente, es que el mercado impone parcialidad a las mujeres, y por tanto precariedad, lo que conlleva un gran coste para su presente y su futuro en forma de pensiones de pobreza. Secundaremos, porque la brecha salarial -esa en la que el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, no se quiere meter- se sitúa de media en un 23% en detrimento del salario de las mujeres. Estamos hablando de que las mujeres cobran de media 6.000 euros menos al año.

Nuestra sociedad siempre que avanza lo hace de la mano de los y las socialistas. Desde el Govern balear se trabaja sin tregua contra la explotación laboral, por la calidad en el empleo y la redistribución de la riqueza. Apostando por un pacto de rentas que ha permitido crear un marco propicio para mejorar los salarios en la hostelería (que subirán un 17% en los próximos años) y por la vigilancia de las condiciones laborales, reconvirtiendo gracias a la función inspectora los contratos precarios de miles de mujeres en contratos más dignos. Gracias a nuestro compromiso, hemos podido aprobar la primera ley de Igualdad de Mujeres y Hombres o disponer de un Plan con medidas transversales contra las violencias machistas, dotado con 13 millones de euros para el período 2017-2020, con importantes medidas como garantizar durante un año un contrato de trabajo a las mujeres víctimas de violencia de género.

Este 8 de marzo y todos los días del año, nos tienen que hacer reflexionar al conjunto de la sociedad sobre la realidad que tienen las mujeres a nuestro país, y de qué manera contribuimos desde los diferentes ámbitos políticos, institucionales y de gobierno a establecer las medidas necesarias para modificar esta realidad.

Poco podemos esperar del Gobierno del PP y de un presidente que se pone de perfil ante los problemas que afectan a las mujeres, a su independencia económica y a sus proyectos de vida. Es urgente abordar por ley medidas para erradicar las discriminaciones históricas que han condicionado y condicionan la vida de las mujeres, en especial en todo lo relativo al empleo y la vida laboral. Ahí, estará el Partido Socialista defendiendo trabajos y salarios dignos, recordándole al Gobierno de España que somos ciudadanas. ciudadanas.