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José Francisco Conrado de Villalonga

Y el diccionario por montera

La portavoz de Podemos en el Congreso de Diputados, la señora Montero, ha vuelto a encender el polémico tema del "lenguaje inclusivo" con un nuevo y pretendido neologismo lingüístico al referirse a las diputadas portavoces como "portavozas". Alguien ha comentado que fue, el de la diputada, un lapsus linguae, pero dado el ignorantismo dominante, lo más probable es que fuese un lapsus calami -error que se produce y proviene del subconsciente-, sin embargo ella, la muy docta, Irene Montero, perdón habrá que llamarla "Montera", se ha reiterado con obstinación en dar una patada a la lengua castellana, justificándolo con que se debe de avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres. ¡Vaya, por este camino estamos arreglados! Si retorcer el lenguaje es la mejor forma de defender el feminismo poco futuro tendrá este movimiento. Con la señora Montera, que se ha puesto por montera el idioma y su diccionario, se ridiculizará el feminismo y parecerá que con tal fin todo está permitido, incluso la corrupción de la lengua. Si la Academia no se pone en serio a poner orden, la sintaxis -correcta combinación de las palabras-, ya no tendrá valor.

Para distender el tema, que ya está siendo trending topic, podemos poner ejemplos de palabras que abrieron el camino, en su día y, que acompañarán a partir de ahora a las "portavozas" de la señora Montero. El jóvenes y jóvenas de la mujer de Felipe González, el ciudadanos y ciudadanas de los políticos vascos, el miembros y miembras de la ministra Bibiana Aído? Si nos ponemos así de tontos deberemos reivindicar para la otra parte del género humano, taxisto, periodisto, pianisto, astronauto. Conozco a una señora que se llama Rocío a la que pronto tendremos que llamar Rocía. El feminismo no debe basarse en el lenguaje inclusivo ni hacer que todas las palabras terminen en a. Esto equivaldría a luchar por la defensa de los derechos a la igualdad de las mujeres, para que tengan las mismas oportunidades que los hombres, desde la asociación del desconocimiento y la ignorancia a una legitima aspiración.

El género gramatical, en las lenguas derivadas del latín nada tienen que ver con el sexo, las palabras entonces carecían de genitales, ¡ahora quién sabe! En opinión de la Real Academia, el género masculino en la lengua castellana, es un género neutro en el que las mujeres deben sentirse igual de cómodas que los hombres No se pueden desdoblar los vocablos, no vale con que se diga que la bobada de "portavoza" podría ser una incorporación que puede ayudar a la igualdad, pues realmente se trata, más bien, de una patada a la filología más elemental, una coz más propia de iletradas. En este caso se trata de una diputada a la que se le debería de suponer un mínimo de formación para actuar en política (aunque pertenezca al partido morado). Carlos Herrera, en la COPE, ha dicho que esta señora más que un cargo público está siendo "una carga pública". No tendría sentido alguno avanzar hacia la igualdad entre hombres y mujeres desde el analfabetismo. Lo sensato es que las mujeres y los hombres lleguen a cualquier puesto de responsabilidad, en la empresa privada o en la vida pública, por su valía, por su preparación. Si no es así se avanzará mal y la idea de la diputada Montero conducirá a asociar feminismo con ignorancia.

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