Leo que Pilar Rahola, la autora de una biografía de Artur Mas „hay que tener estómago„, perdió los nervios en un programa de televisión de TV3 e insultó a su antagonista, el exdiputado del Partido Popular en el Parlament de Cataluña, Sergio Santamaría, al que tachó, entre otras cosas, de "rancio", "españolista" y "patético". La discusión versaba sobre el Puigdemont es un valiente o un cobarde por haberse marchado de España para eludir la cárcel. Ardua cuestión. Cada cual tendrá su propia opinión, pero lo que me interesa del caso es el hecho de utilizar el término 'españolista' como improperio, como insulto. Se supone que españolista es el nacionalista español de la misma manera que el catalanista es el nacionalista catalán? ¿Y por qué ha de ser positiva la introspección identitaria en un caso y no en el otro? ¿Si el españolista es, a juicio de sus adversarios, el que con parcialidad da predominio a los valores y rasgos identitarios españoles, no habrá que temer que el catalanista haga lo propio con sus propias señas de identidad?
Yo creo „no es más que una opinión„ que ser nacionalista es detestable por excluyente, sectario, supremacista, insolidario, racista incluso, etc. Pero lo pienso de cualquier nacionalismo, el español y el catalán, el serbio y el finlandés. Lo incomprensible es que Rahola piense que "catalanista" es un elogio y "españolista" una injuria.
