El objetivo de una empresa es aportar tanto a sus propietarios como a la sociedad, beneficio tanto económico como social. Por lo tanto debería haber mucho interés en saber si los números que muestra la situación de una empresa son ciertos o están falseados.

El objetivo del auditor de las cuentas de una empresa es dar una opinión y así concluir si los números de una empresa reflejan razonablemente la realidad o son puro humo. Y esta opinión del auditor le interesa conocerla no solo a la propiedad de la empresa, sino al banco que le deja dinero, a inversores que pueden tomar participación en ese negocio, a los trabajadores que cobran las nóminas, a los proveedores que suministran bienes o servicios? Es decir, a todos los interesados en saber si ese negocio muestra su realidad patrimonial o está lleno de maquillaje contable.

En los últimos años, y sobre todo en el momento que estalló la crisis financiera, una de las críticas recibidas por los auditores es que este producto final, su informe, donde se incluye esa opinión, no era entendible o era poco claro de cara a la toma de decisiones de los agentes interesados: inversores, bancos y demás...

Buena noticia. A raíz de esta demanda de mayor transparencia y derivado de las exigencias europeas, el regulador español exige modificar el informe que todos los auditores vamos a emitir a partir de ahora y así mejorar y clarificar lo que esos informes dicen a la opinión pública sobre la salud de las empresas.

La nueva regulación establece que los informes de auditoría serán más informativos y discursivos. Por lo que deberá estimularse el diálogo entre auditores, empresas, comités de auditoría, inversores y reguladores. Ese nuevo formato deriva en nuevos desafíos ligados a una nueva forma de hacer las cosas y de relacionarse. Pero también genera nuevas oportunidades para el sector. Si esta nueva normativa se implanta con éxito el informe del auditor será más relevante a partir de este año.

Para todas las empresas en España, este cambio será ya efectivo en las auditorias que estamos ya trabajando sobre el cierre del ejercicio 2017. Es decir, las cuentas que las sociedades preparen de su ejercicio 2017 en este inicio del año 2018 tendrán un informe de auditoría que ya incluirá cambios de gran calibre. Una sugerencia, para evitar malos entendidos con las empresas, es decir los clientes de los despachos de auditoria; explicar bien los nuevos informes que se van a encontrar a partir de ahora estas empresas porque el cambio es muy relevante.

Los cambios que se introducen en los informes de auditoría se centran en tres aspectos claves:

- Visión de la auditoría. La innovación más significativa es la introducción de las denominadas "cuestiones clave de la auditoría". Esta ha sido muy bien recibida por los inversores, en los países de la Unión Europea que ya llevan más de dos años con este cambio ya en marcha ( por ejemplo Reino Unido y Holanda) ya que pone el foco sobre asuntos que, a juicio del auditor, son los de mayor importancia en la auditoría de los estados financieros. Consiste en que el auditor cuente qué es lo que le mantiene inquieto respecto esa empresa. Aspecto muy delicado como se puede observar. Pues vamos a tener que indicar aspectos muy sensibles que hasta ahora no teníamos por qué incidir. Este apartado no sustituye la opinión sobre los estados financieros en su conjunto, que los inversores valoran, sino que amplía el enfoque del informe para que los auditores puedan explicar cuáles son los temas importantes, por qué son importantes y cómo el auditor le ha dado respuesta. Es decir donde observa el auditor en los números de la empresa que haya riesgo de que esos números contengan incorrecciones significativas (en la cifra de ingresos, en la falta de provisiones por riesgos fiscales, en que las existencias estén sobrevaloradas...).

- Independencia. La principal modificación es una declaración explícita en relación con la independencia del auditor en todos los informes de auditoría respecto su cliente y otros servicios que pueda prestarle a sus clientes ( aviso a navegantes, ojo con hacer la auditoria de una empresa y además prestar determinados servicios de asesoramiento fiscal o legal a esa misma empresa).

- Entendible y legible. Se ha organizado para facilitar su lectura. La opinión dela auditor será lo primero que se encuentre el lector en ese informe, hasta ahora se ubicaba al final del informe.

Es importante para todos los implicados que la implantación del cambio normativo sea un éxito y que este modelo genere información relevante y valiosa. La experiencia de otros países es, hasta la fecha es positiva. En Reino Unido u Holanda, se ha aceptado el cambio y se han elaborado informes más interesantes con información específica sobre el proceso de auditoría y menos jerga que no lleva a ningún lado.

Así lo creen la mayoría de los inversores e interesados, que han recibido los cambios de forma muy favorable. Esperemos que la puesta en marcha del nuevo modelo de informe en España sea igual de positiva y cualquier lector de un informe pueda entender y conocer el estado de salud empresarial que muestran los números de una compañía.

*Economista auditor, socio de RSM Spain Auditores - Balears y presidente de la Agrupación de Auditores de Balears