Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pedro De Silva

En corto

Pedro de Silva

Convivencia obligada

Durante cuarenta años, el nacionalismo catalán ha empleado sus mayores esfuerzos en ahondar la diferencia y hacerla irreconciliable. Una siembra metódica, lenta, concienzuda, medida en tiempo forestal y con paciencia labriega. Un capital acuñado en moneda de dos caras: por un lado, amor a lo propio, por el otro, odio al vecino. Las reacciones de éste, despechado en su propio nacionalismo histórico, han ayudado al crecimiento, pues el odio es así: cosa de dos. Sólo cuando la masa forestal había echado raíces hondas y estaba bastante alta se han decidido los nacionalistas a dar el paso de cerrar el terreno. Eso es el soberanismo. Creo que contarlo así no es injusto ni excesivo. Creo también que ese bosque, o lo que sea, es un hecho del que ya hay que partir, y con el que habrá que montar una nueva convivencia. Veamos ventajas: si aprendemos, podría ser una cosecha de civilidad.

Compartir el artículo

stats