Diario de Mallorca

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Piense en los demás

De una época televisiva ya pasada me aparece en la memoria una frase publicitaria, que se me antoja de origen gubernamental que recomendaba "piense en los demás". Aquella frase me llevó a otra estadio publicitario: hace menos años un grupo de creadores argentinos, siempre con su inmensa inventiva y su proverbial gracejo, dedicaron un eslogan en favor de una muy conocida marca de bebidas carbonadas, dedicando el consumo del producto con el inicio de un "para los...". Me he permitido apropiarme de aquella frase, con la esperanza de no tener que pagar royalties o a riesgo de ser acusado de plagiario, para exponer mi manera de percibir algunas conductas y al tiempo solicitar respetuosamente al común afín de que miremos algo más por los demás y prestemos un poco menos atención a nuestro particular ombligo.

Esta especial recomendación es para los que piensan que solo ellos tienen derecho a la existencia, para los que son pulcros en casa pero perniciosamente guarros en las calles de sus ciudades y caminos, para los que se tienen por ecologistas de dos ruedas que van dejando en las cunetas transitadas envases de bebidas isotónicas y envoltorios de barritas energéticas, para los que el tiempo de los demás les parece "derrochable" sin considerar que el hurtar segundos a la vida de alguien es delito de lesa humanidad sin posibilidad de reparación ni de devolución del tiempo ya indefectiblemente perdido, para los que hablan sin realmente saber nada de lo que platican, para los que callan lo que saben, cuando expuesto a la luz pública sería beneficioso para no pocos; para los que están llenos de grandes ideas pero hueros de maneras y sobre todo de ganas para conseguirlas, para los que se oyen a sí mismos sin escuchar a su entorno, para los que hablan de independencia cuando lo que realmente pregonan es querer ser mejores que los demás y por demás más insolidarios con aquellos, para los que no cogen el toro por los cuernos cuando es esa precisamente su primera obligación, para los que emplean el idioma, su lengua sacrosanta, como venablo para perforar la ciudadanía adversa y escudo para no atender a voz alguna que no suene en su parla particular; para los que circulan en sus automóviles como si solamente ellos estuvieran sobre la calzada sin considerar que a lo mejor existen otros vehículos y otros conductores, para los que permiten que crezcan setos impeditivos de la visión en curvas cerradas cuando al tiempo esparcen normas y consejos que dicen asegurar la buena conducta circulatoria, para los que dicen defender los derechos de algunos humanos pero olvidan levantar la voz en la misma medida para solicitar de sus defendidos el cumplimiento de las obligaciones que a todos competen, para los que solo ven en el adversario lo negativo y se muestran incapaces de reconocer en ellos una sola virtud, para los que miedosamente detestan al diferente sin siquiera intentar admirar lo diverso, para los que se dicen patriotas henchidos de orgullo nacional pero ponen a buen recaudo sus riquezas allende nuestras fronteras con el inequívoco afán de que su insolidaridad con sus restantes compatriotas, esos si de verdad, no se vea castigada; para los que hablan en defensa de una religión pero no dudan en destruir la mejor obra de ese Dios a quien dicen obedecer, para los que creen que el tomar decisiones no requiere afrontar sus consecuencias, para los que sancionan con rigor a unos pero son remisos en el castigo para con otros, para los que son comprensivos con los de su cuerda pero radicalmente justicieros con los de la cordada contraria, para los que maltratan a los animales como clara demostración de que son capaces de maltratar a cualquier otro ser vivo incluidos los humanos, para los que hablan a voces haciéndonos a todos participes de sus particularidades y violentando el derecho al silencio de los demás, para los que no tienen mayor argumento que el grito o el insulto, para los que piensan que ser educado con una señora es síntoma de machismo, para los que piensan que el gustar de la música de un pasodoble es muestrario fascista, para los que para amar, odian; para los que solo consideran justa su justicia, para los que no les agradan sus propios argumentos o razones cuando en su aplicación la resultante es contraria a sus intereses particulares, para los que olvidan que enseñar en una escuela es abrir el mundo a sus alumnos y no encerrarles en una pequeña celda ideológica, para los que ven en sí mismos todo lo mejor y en los otros nada bueno, para los que abusan de los más débiles que ellos por el simple placer de hacerlo, para los que violentan la paz de los demás porque ellos si tienen razón para hacerlo, para los que afean el silencio con sus insensateces, para los que en aplicación de sus derecho coartan los derechos de los demás, para los que defienden con encono sus privilegios aún cuando estos vayan aparejados con la injusticia, para los tóxicos, para los intelectualmente ayunos de duda, para los conversos, para los absolutamente incrédulos, para los torvos, para los graciosillos sin gracia alguna; para los que piensan que todo lo anterior fue siempre mejor, para los que consideran que el futuro traerá sin esfuerzo todas las soluciones, para los que aburren, para lo que rácanos del buen gesto, para los que no consiguen esbozar una sonrisa ante la travesura de uno de esos pequeños locos que son niños, para los que abusan de su adustez para parecer serios sin conseguir más que ser antipáticos, para los que no se dan, para los que solo quitan...

Estas son líneas abiertas a la colaboración de los lectores, como se diría ahora, interactivas, pues pueden ustedes incluir a tantos "para los..." como sea su deseo o conveniencia, incluido este mismo escribidor si les ha parecido insulso, insensato, inadecuado o cualquier otro "in" que les venga a la mente. Pero sobre todo consideren, consideremos, si alguno de nosotros se ajusta, aun cuando sea de forma leve, en alguna de esas personas que no dedican ni un solo pensamiento al interés o a la mejora de vida de los demás. Y si es así, por favor, corrijamos nuestro error.

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