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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Alzamora, como la Infanta

No repasaré las declaraciones de Fernando Alzamora como presidente de Sa Nostra porque soy contrario a la tortura, pero estoy seguro de que nunca dijo que "yo no pinto nada en la Caja, soy un monigote con chófer". Sin embargo, ésta ha sido su defensa una vez imputado por la Audiencia Nacional, se dedicaba a juguetear con el móvil mientras a su alrededor se malgastaban setenta millones de euros. En el colmo de la mezquindad, señala a otros imputados para aliviar la tarea del juez Pedraz. Así son los sublimes dirigentes de la entidad asesinada, forrados a apellidos nobles que garantizaban una pulcritud casi genética, una excelencia perfumada con Lanvin. Había más honor en un ajuste de cuentas del clan de Son Banya que en el Consejo de Sa Nostra, y sus linajudos miembros se apresuran a confesarlo.

Si la firma de ministros, presidentes de bancos y abogados no vale nada, con qué argumentos se condena a quien suscribe una hipoteca que tampoco entiende. Toda Mallorca sabía que Alzamora era el mayordomo de Pere Batle, y que solo sobreviviría mientras fuera útil a quien entregó Sa Nostra a la peor alta sociedad insular. Y además, su papelón se comentaba sin rubor, a espaldas del falso presidente o en su cara. Sin embargo, cabría exigirle que hubiera prolongado un mínimo el sainete. Prefiere el ridículo a asumir su responsabilidad, la defensa de la Infanta Cristina. No desea ser admirable ni en su ruina, que ha insistido en compartir con todos nosotros.

Estos gestores desastrosos se consideran superiores en valores a Cursach, que al menos ha mantenido su imperio a flote mientras los fenómenos de sangre azul calamar hundían el único banco de la comunidad más explotada que no más rica del mundo. ¿El diputado socialista Andreu Alcover también dirá que no sabe contar hasta diez o que "es un asunto estético", como los contratos de Més a su jefe de campaña? Íbamos a preguntarnos qué hace un imputado en los escaños del Pacto de Progreso, porque olvidábamos que la presidenta también tiene cuenta pendiente en Sa Nostra.

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