Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Con otra cara

Vicios

Una empresa japonesa ha decidido dar seis días libres al año a los trabajadores que no fuman. Pretende, por una parte, incentivar que la gente deje el vicio y, por otra, acabar con esa sensación de injusticia de los empleados que consideran que sus compañeros pierden un montón de tiempo saliendo a fumar mientras ellos siguen al pie del cañón. Seis días de vacaciones pueden parecer mucho, pero, si se tiene en cuenta que esta empresa, una consultora de mercadotecnia de Tokio, está en la planta 29 de un edificio y para fumar los empleados tienen que salir a la calle, con lo que tardan unos 15 minutos por cigarro, no es tanto. Está muy bien esto. Yo lo voy a proponer también en mi empresa aunque me temo que el problema aquí no es ese, y no solo porque estemos en una planta baja. Espero que mis jefes no lean esto porque no quiero ni contar el tiempo que perdemos últimamente hablando de Cataluña y pasándonos los memes y chirigotas sobre Puigdemont.

Sí, ya sé que la cosa no tiene gracia pero es que lo del «procés» da para mucho. ¿Qué digo? Es un vicio. Cada día algo nuevo. Así, no es raro que de pronto veas a dos compañeros discutiendo en un pasillo sobre a quién perjudica que medio gobierno catalán esté en la cárcel, o te encuentras a otro intentando convencer a los de su sección de que la marcha del expresident a Bruselas no se debe a que tema ir a la cárcel sino a una estrategia muy pensada para mantener vivo el independentismo. Eso por no hablar de cómo afecta todo esto al, hasta ahora, tema preferido de conversación en el trabajo: el fútbol. Que si «mira lo que ha dicho Guardiola», que si «hay que jugar en Barcelona sin gente»...

Esto es un no parar. Yo propongo que ante tanta pérdida de tiempo, en mi empresa hagan lo mismo que en la consultora de Japón: dar días libres a quien no discuta sobre Cataluña. El incentivo, también aquí, es doble, produciríamos más y podríamos ir dejando los analgésicos para el dolor de cabeza y los ansiolíticos para el estrés que nos está generando el tema catalán. Eso sí, hay que ir poco a poco. La sobredosis de proceso independentista está siendo demasiado intensa para dejarla de golpe como el tabaco.

Compartir el artículo

stats