Diario de Mallorca

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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Cambio de tendencia

Como es lógico la crisis política e institucional, añadida a una importante fractura social, provocada por el denominado "Procés cap a la independència de Catalunya", ha (casi) monopolizado la información y las opiniones de los medios de comunicación, así como las inquietudes de la ciudadanía y no sólo de Catalunya. Otras realidades que afectan a nuestra cotidianeidad se han quedado, al menos de momento, en el desván. Uno de tales temas es el índice de confianza de nuestra ciudadanía respecto a distintas realidades de índole socioeconómica que condicionan el bienestar propio y de nuestro entorno. Concretamente: economía global de nuestras islas; la economía doméstica; el mercado laboral en sus aspectos cuantitativos y cualitativos. El método seguido para tal investigación es el que aplica el CIS y otros referentes europeos bajo el título genérico de "Índice de confianza de los consumidores". Los resultados de la presente investigación se han publicado en Quaderns Gadeso 324, octubre 2017, a los que se puede acceder en la web gadeso.org.

El índice medio de confianza global, la media ponderada de la economía balear y la doméstica, muestra un cambio significativo en la tendencia, aunque se mantenga todavía en negativo (-4). El periodo 2011-2014 los inputs negativos eran relevantes (-32), mientras que el periodo 2015-2016 muestra un cambio de tendencia significativo (-5). Tal tendencia se presenta en el presente año con una mejora muy sensible especialmente en la percepción positiva de nuestra economía. Tal mejora macroeconómica se constata con distintas intensidades respeto al vigente año y al 2018 (+15), y también a medio plazo (+14). Los índices de confianza más positivos se reflejan en Eivissa/Formentera (+17) seguido de Mallorca (+15) y Menorca (+11).

Sin embargo, la negatividad sigue instalada en la economía doméstica (-10). A pesar de la muy sensible mejora de la macroeconomía, ésta no repercute en la microeconomía, ni en las pymes y autónomos (que trataremos en un próximo número dels Quaderns), ni en la economía familiar. El devenir de la economía doméstica durante el presente año, 2017, es negativo (-11). Las previsiones a corto y medio plazo siguen siendo negativas, pero lo más relevante es el elevado índice de "falta de perspectivas de mejora" en 2018 ( 31%) y a partir del 2019 (47%). Más concretamente, aunque se percibe una cierta mejora relativa, un 32% de las familias tienen dificultades para llegar a final de mes, un 56% viven de sus salarios, y sólo un 12% tiene capacidad de ahorro. Las razones de tal precariedad familiar, que incluye a sectores de las denominadas clases medias, se deben en gran manera a unos salarios reales que, a pesar de la bonanza, siguen estancados negativamente. Un 74% considera que "los salarios de muchos trabajadores no pueden considerarse dignos". La mejora de los rendimientos empresariales no ha tenido una repercusión en los salarios. Quizás el aumento salarial significativo en el convenio de comercio, así como el preacuerdo en el sector turístico con un aumento de un 17% en cuatro años, puede significar un cambio radical en las políticas salariales en nuestra Comunidad. Tal realidad es preocupante toda vez que afecta al consumo interior, verdadero motor de un crecimiento sostenido y sostenible.

Finalmente, un 30% cree que en 2018 se creará empleo frente a un 42% que no confía en que tal cosa se produzca. La razón de la desconfianza es clara: un 88% considera que los empleos creados son mayoritariamente temporales y precarios. Alcanzar una mayor estabilidad laboral (menos temporalidad y menor precariedad), así como la creación de nuevas actividades económicas, no es tarea fácil, especialmente para nuestras pymes. No es fácil modificar nuestro vigente modelo productivo, especialmente en el sector turístico. El precio del producto, siendo importante, no puede ser el factor decisivo, entre otras razones porque en tal factor (los precios) no podemos competir con los destinos alternativos (norte de África, Turquía, Grecia, Montenegro, Croacia€) hoy "frenados" por sus conflictos internos y/o cercanos.

Tenemos fortalezas para competir en productos singulares, así como ponernos en valor como destino más allá de la temporada alta. Existen mimbres para "construir" una economía competitiva, sostenida y sostenible, que además de obtener unos beneficios empresariales posibilite al mismo tiempo un retorno social.

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