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Estados analógicos

El desarrollo del referéndum ilegal del 1-O puso de manifiesto el retroceso de lo analógico en política y el avance imparable y definitivo de lo digital. Los promotores de la consulta no se atrevieron o no tuvieron todavía los medios adecuados para promover una votación totalmente virtual en la red, una posibilidad técnicamente sencilla y viable, pero sí lograron mediante la "circunscripción única" (más o menos real o inventada) saltase los controles analógicos que el Estado había tratado de establecer. En otro orden de ideas, fue patente que el Estado es todavía contundente cuando lanza a sus policías antidisturbios -con consecuencias que sin embargo ya no son digeribles para la opinión pública-, pero es de una conmovedora incompetencia cuando ha de desenvolverse a través de la Red por medios digitales. Nuestro CNI (como los demás servicios secretos occidentales) está haciendo un buen trabajo contra la delincuencia organizada, pero se mueve como elefantes en una cacharrería cuando intenta contrarrestar subrepticias campañas de opinión como las que Rusia lanza con eficacia probada y fines inconfesables.

Sea como sea, estas líneas no tienen otro objeto que señalar que la evolución tecnológica va dejando atrás y desprotegido al Estado arcaico -no sólo al español-, incapaz de ponerse al paso de la modernidad.

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