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Jose Jaume

Desde el siglo XX

José Jaume

Emerge la extrema derecha en España

El conflicto catalán ofrece a la extrema derecha la oportunidad que aguardaba para emerger a la vida política. En las próximas elecciones generales es factible que cuaje una alternativa a la derecha del PP

"A por ellos". Ese es el grito que ha resonado en diversas ciudades de España al despedir a los efectivos de la Guardia Civil que han viajado a Cataluña para yugular hasta donde sea necesario el referéndum independentista convocado por el Gobierno de la Generalitat y el Parlamento catalán, después bloqueado por el Tribunal Constitucional. "A por ellos" y envueltos en la bandera rojigualda, la actualmente vigente, han clamado los que han salido a la calle para vitorear a guardias civiles y policías nacionales. También en algunos acuartelamientos de ambos cuerpos policiales ha habido despedidas patrióticas; hasta un tuit oficial de la Guardia Civil ha dejado sentado que "nosotros somos la tormenta". En Zaragoza, el domingo, en la asamblea de Podemos en la que se llevó un botellazo en la cabeza la presidenta de las Cortes de Aragón, entre los que cercaban a los reunidos estaba el secretario de organización del PP de Zaragoza acompañado de algunos policías nacionales de paisano. Además, el delegado del Gobierno en Andalucía ha dicho sentirse "emocionado" por las despedidas, fruto del inmenso cariño que se siente hacia la Guardia Civil y Policía Nacional, emoción que él comparte. Al ministro Zoido no le ha quedado otra que la de desautorizar las exhibiciones de entusiástica e inquebrantable adhesión. La inquietud hace presa en el PP.

Emerge con fuerza el siempre intolerante y desabrido cuando es menester nacionalismo español. Había quedado adormilado a lo largo de cuatro décadas, circunscrito a grupúsculos marginales. El recuerdo del rijoso nacionalismo franquista ha actuado a modo de eficaz antídoto.

Al enloquecido independentismo catalán, que opera ignorando el imprescindible acomodo a los tiempos en los que le toca vivir, se opone el bronco nacionalismo español, alentado por el PP a lo largo de la última década. Mariano Rajoy es el principal muñidor de lo que acaece en Cataluña, el último responsable de que las cosas se hayan sacado de quicio y de que lo que de verdad está en serio peligro es la continuidad del régimen del 78. A los disparates que perpetran los independentistas se oponen los que con parecida contumacia se ejecutan desde Madrid, donde unos medios de comunicación acríticos nada hacen por tratar de diseccionar la crisis institucional en la que nos hemos adentrado. El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla Javier Pérez Royo afirma, refiriéndose a los tres arietes utilizados para neutralizar el referéndum, ministerios de Hacienda y Justicia y Fiscalía General del Estado, que sus tres titulares, Montoro, Catalá y Maza, carecen de legitimidad de ejercicio al haber sido reprobados por el Congreso de los Diputados. La actuación del fiscal general es especialmente llamativa.

Todo lo que acaece constituye el excelente caldero en el que cuajar adecuadamente el magma de la extrema derecha, la que siempe se ha dicho que estaba condenada a malvivir dentro de los márgenes del PP. Parece que ya no va a ser así. El grito de "a por ellos" no es una expresión para un día de furia, sino el probable inicio de algo más consistente. En las próximas elecciones generales, que pueden anticiparse aunque lo niegue Rajoy, quien de momento se ha quedado sin los presupuestos del Estado para 2018 y obligado a prorrogar los actuales, la extrema derecha hallará un lugar al sol, dispondrá de la oportunidad de hacerse con unos pocos diputados, los suficientes para aposentarse en el Congreso dejando todavía más disminuido al PP. La ley electoral contiene la sobrada dosis de perversidad para crujir en un momento dado a quien la padece en sus carnes. Nos hallamos a un paso de adentrarnos en un nuevo proceso constituyente, que podrá revistir las maneras de una reforma, pero que será una ruptura con lo vivido hasta ahora. De iniciarse, se llevará a Rajoy por delante, acompañado de los aventureros dirigentes del independentismo catalán.

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