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Joaquín Rábago

360 grados

Joaquín Rábago

Cuotas para coches eléctricos

En busca de algún tema que ayude a dinamizar su alicaída campaña electoral, el candidato socialdemócrata a la cancillería, Martin Schulz, ha propuesto la introducción de cuotas para los coches eléctricos en toda la UE. La canciller y candidata por cuarta vez, Angela Merkel, ha rechazado la idea por complicada, argumentando que se estaría negociando en Europa durante siglos y preguntándose qué se haría si las cuotas no se respetasen.

Tampoco parece encontrar la propuesta el favor de publicaciones tan influyentes como el semanario Die Zeit, para el cual, centrarse en esa tecnología cerraría la puerta a posibles futuras innovaciones . Es decir que se dejaría de invertir en el desarrollo de motores de combustión interna más ecológicos, en pilas de combustible o en nuevos combustibles sintéticos, por no mencionar otras tecnologías revolucionarias que pudiesen inventarse en un futuro próximo.

Lo más importante es establecer de momento estrictos límites de partículas contaminantes y obligar a la industria a cumplirlos escrupulosamente sin manipular para ello los motores como han hecho algunos fabricantes, y no sólo alemanes, con el diésel. De optarse sólo por las cuotas para motores eléctricos, tanto la industria, como sus ingenieros se dedicarían a optimizar la propulsión eléctrica, favorecida así por los gobiernos, en detrimento de la búsqueda de posibles soluciones más limpias.

Porque hay que tener en cuenta además que la electricidad hay que sacarla de algún sitio, y en Alemania y otros países europeos seguirá saliendo todavía durante algún tiempo de las centrales de carbón, con lo que poco se habría ganado. A ello, como señalan los ecologistas, hay que añadir el hecho de que la fabricación de las propias baterías es un proceso altamente contaminante y que en la circulación de automóviles dotados de grandes baterías se producirían incluso más partículas finas que con el diésel.

Que nadie piense pues que cambiando simplemente de tecnología, se habrá solucionado el problema. Alguna vez, y mejor pronto que tarde, habrá que plantearse si tiene sentido seguir abusando del coche como hasta ahora.

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