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Cuaderna

Sánchez 'El atrevido'

Puele decirse que la ignorancia es muy atrevida. Pues recién reelegido Pedro Sánchez secretario general del PSOE ha sido muy, pero que muy atrevido al espetar que España es una nación de naciones. Lo hace cuando aún no ha sido capaz de responder a su contrincante de primarias -hoy integrado en la nueva ejecutiva-, Patxi López, sobre lo que él entiende que es una nación.

Lo que sí ha quedado claro es que su programa, su proyecto político, sus principios y su estrategia se resumen en llegar a Moncloa y sacar a Mariano Rajoy de la presidencia del Gobierno, al precio que sea y con quien sea.

Así Pedro Sánchez, en un alarde de desprecio a sus raíces, coge el testigo de Zapatero -recuérdese, "la nación es un concepto discutido y discutible"-, y lo eleva a categoría de piedra angular definiendo España como "nación de naciones". Ante tal disparate me animo a solicitar los oficios de mi amiga, ideas políticas aparte, la presidenta Francina Armengol, para que le haga llegar las siguientes aportaciones históricas con la única pretensión que, en este nuevo caminar del césar Pedro Sánchez, deje de lado su gran "atrevimiento" y no siga apelando al concepto "nación de naciones". A saber:

1.- Con la aceptación de la Constitución del 78, por parte del PSOE, se resuelve de forma inteligente y satisfactoria el dilema de la cuestión nacional, una vez los socialistas se deshacen de la retórica anticapitalista y marxista y abrazan sin reservas el artículo 2 de la Constitución: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".

2.- Cuando Felipe González llega al Gobierno en 1982 vincula todo el ideario político de su partido al texto constitucional y por tanto al concepto de España predicado en el ya mencionado artículo 2.

3.- Es con la llegada de Rodríguez Zapatero cuando se impulsa y pone en jaque la interpretación del artículo 2, al afirmar en el Senado que el concepto nación, recogido en el Constitución del 1978, era un concepto discutido y discutible. Se abre así un frente interno en el PSOE en relación a cómo interpretar y gestionar la "cuestionar nacional". A partir de este hecho, el PSOE cuestiona cualquier cuestión nacional a la estrategia electoral del momento.

4.- El modelo de Felipe González (1982-1996) fue trasladar a su partido a una estrategia de modernización, dejando vicios atávicos del su pasado histórico, para acercarlo a un electorado de centro y centro izquierda y que le dio como resultado un discurso totalmente socialdemócrata de ámbito nacional y europeísta.

5.- El modelo de Zapatero, ahora recogido y ampliado por Sánchez, viene inspirado en un revisionismo total de la Transición. Para ello busco el enfrentamiento ideológico (izquierdo-derecha) con el propósito de ensanchar la base electoral de su partido por la izquierda. No es extraño pues que Zapatero, para agradar a nacionalistas moderados y radicales, cuestionará en sede parlamentaria la existencia de España como nación. Se rompe así el equilibrio territorial que había existido entre UCD-PSOE, PSOE-PP y PP-PSOE.

6.- Lo que parece ignorar el nuevo césar del PSOE es que todo el discurso vinculado al antiimperialismo y al marxismo fue definitivamente abandonado en el congreso del PSOE de 1979. Es precisamente en este congreso cuando, el PSOE adopta como sujeto político, no a la clase obrera, sino a España como nación de personas libres. El propio Felipe González en 1978 se encargó de afirmar: "Es evidente que existe la nación española. Nadie con una mínima sensatez, política lo pone en duda".

7.- La importancia de tal pronunciamiento determina que se rompa el discurso a favor del "derecho a la autodeterminación de los pueblos", que el PSOE había defendido hasta la llegada de la Constitución del 78, más como estrategia antifranquista que como convicción ideológica.

8.- Reitero, es con la llegada de Zapatero al Gobierno en el 2004 cuando se provoca una auténtica ruptura en la política territorial que había desarrollado el PSOE desde la Transición. Su egoísta necesidad de alianzas, para consolidar una mayoría de gobierno y llegar a Moncloa, le hace romper el pacto tácito y de Estado que existía hasta la fecha en relación a la política territorial. Hoy Sánchez se ha convertido en alumno aventajado de Zapatero.

9.- Una vez Zapatero nos dice que el concepto nación es un concepto discutido y discutible, se pone en marcha el socialismo periférico -pseudonacionalista, estoy hablando del PSG, del PSV y del PSC-, que había permanecido aletargado en la era González, para reivindicar políticas típicamente nacionalistas. Pasqual Maragall fue su principal impulsor

10.- De aquellos polvos, hoy transformado en él lodo sanchista de "nación de naciones", asistimos a una auténtica división del socialismo español que se manifiesta en dos maneras de entender quien es el sujeto de derechos en España; si los ciudadanos en su totalidad, o los pueblos y territorios que la integran.

Así las cosas, podemos concluir que la era de coherencia y cohesión de Felipe González ha quedado finiquitada. Estamos asistiendo, en las filas del PSOE, a un proceso de desintegración ideológica y conceptual, iniciado por Zapatero y que se está consolidando de forma irreversible, desde la llegada del nuevo césar socialista, por Pedo Sánchez.

Si el tema no fuera tan preocupante y serio, podemos aventurar que el nuevo secretario general no dará muchas tardes de gloria y será un pozo sin fondo de contradicción permanente en su pensamiento político; y es que, como decíamos al principio, la ignorancia es muy atrevida y el señor Sánchez en estos primeros compases de su reinado está siendo muy, pero que muy atrevido.

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