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Matías Vallés

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Company quiere una asesora con sueldo de director general

El rectorado de Llorenç Huguet ocultó con deliberación que un catedrático de la UIB había confeccionado un informe sobre las andanzas del profesor ahora investigado por presunta estafa

Biel Company se oculta en los plenos del Parlament, pero trabaja a destajo entre bastidores. Siempre con un trasfondo económico. Hace menos de un mes, Margarita Prohens presentaba a la mesa de la cámara una propuesta de redistribución de los asesores parlamentarios del PP, que tengo ante mis ojos. El partido cuenta en la actualidad con nueve asistentes nombrados a dedo, que se reparten los 325 mil euros públicos asignados a los populares por este concepto.

Prohens enmascara esta sorprendente recomposición en el deseo de "mejorar la efectividad de la tarea que se desarrolla". Es un torpe eufemismo para camuflar la voluntad de Company de colocar a una persona afín, que desembarca con un sueldo de regalía. En efecto, la plaza a dedo mejor retribuida pasa de 48 a 52 mil euros anuales. Por tanto, el presidente del PP balear pretende que su colaboradora gane lo mismo que un director general del Govern, y un veinte por ciento por encima del sueldo de un jefe de gabinete de una conselleria.

La asesora de oro de Company ha puesto los pelos de punta a las personas sensatas del PP, aunque no pueda sorprender a quienes conocen al exconseller. El sueldo inflado, y la elevación del número de asesores a once, ha adelgazado la percepción de los colaboradores actuales. De ahí el extraño diálogo en el entorno de la mesa de la cámara:

-¿Es incompatible el sueldo de asesor con un sobresueldo del partido?

­-Este asunto no es responsabilidad de esta mesa.

De momento, la mesa del Parlament no solo se opone a la "modificación" pretendida por Company vía Prohens, sino que se propone restringir los criterios. Este contratiempo ha encolerizado al presidente del PP, que ya había puesto en marcha las sustituciones al darlas por hecho. El exconseller de José Ramón Bauzá siempre se ha distinguido por la generosidad hacia sus colaboradores íntimos. Puede atestiguarlo su secretaria personal en la patronal Asaja y en la conselleria de Medio Ambiente, María José Llompart Roig.

La secretaria personal de Company en la conselleria logró un puesto de consejera en tres empresas públicas, una deferencia del conseller con pocos precedentes. En concreto, ocupó un puesto en el consejo de Semilla, Serveis de Millora Agraria, presidida por su superior. También figuró en los órganos jerárquicos de SITIB, Serveis d´Informació Territorial de les Illes Balears y en la sociedad del Tramvia de la Badia de Palma. Su ascendiente llega al extremo de que los populares le atribuyen la sugerencia a Company de que se dejara de indicaciones, y que se guiara por su propio instinto en el discurso de proclamación de presidente del PP.

Hablando de altas cargas de la conselleria de Company, su directora general de Agricultura y enemiga cerval, la hoy diputada Margaret Mercadal, cenaba el jueves a una misma mesa con el fiscal jefe Bartomeu Barceló y el aristócrata Mariano de España. Esperemos que no prepararan acciones penales contra la teleserie sobre el obispo Javier Salinas y compañía.

Entre las empresas que optan al mantenimiento del rescatado Túnel de Sóller figura Roig Obres, Serveis i Mediambient, S.A., cuyo propietario Antonio Roig está imputado en los escándalos de Cort y ha sido encarcelado en dos ocasiones. El Consell se desembarazó de la firma del amigo de Álvaro Aguijón, alegando que su "declaración responsable" no cumplía los requisitos. Nunca mejor dicho.

El rectorado de Llorenç Huguet ocultó con deliberación que un catedrático de la UIB, Jordi Lalucat, había confeccionado un informe sobre el profesor Pablo Escribá, ahora investigado judicialmente por una presunta estafa. No hablo en tercera persona. El vicerrector de investigación Jaume Carot, piadosamente arrinconado durante la campaña, me omitió este detalle relevante en una extensa conversación sobre el laboratorio que lo curaba todo previo pago. Ahora escribe que no he estado en su despacho, un catedrático de Físicas debería saber que existe el teléfono.

Mallorca es una isla rodeada por la realidad. Nos quedamos con los políticos mediocres y exportamos a líderes planetarios. Por ejemplo, el portavoz del primer Gobierno de Emmanuel Macron es el oriundo mallorquín Christophe Castaner. Es decir, Tòfol Castanyer o Cristóbal Castañer. El alcalde de Forcalquier y diputado ya desempeñó la portavocía del fulgurante presidente de Francia durante la campaña electoral. Y por supuesto, nos ha confirmado su vinculación mallorquina.

Christophe/Cristóbal Castaner/Castañer nos certifica desde Francia que "mi familia por la parte de mi padre es en efecto originaria de las Balears". En cuanto a su probable conexión con Sóller, el portavoz de Macron señala que "no tengo demasiada información sobre esta rama familiar". Y tampoco puede preguntar porque "mi padre murió hace tres años en nuestra casa de Mont d´Or".

El miembro del gabinete francés, desde una portavocía que combina con la secretaría de Estado adjunta al primer ministro galo, abre una puerta enigmática. "Mi padre nunca fue muy prolijo sobre el asunto de nuestro vínculo con Mallorca". Aromas de conflicto, en la evocación de un francomallorquín que descubrimos como portavoz de la región francesa donde se estrelló el avión de Germanwings. Castaner o Castañer o Castanyer sería el gobernante ideal para entregar a Rafael Nadal su décimo Roland Garros. Vean Guardián y verdugo, una joya escondida y el primer alegato contra la pena de muerte en que no dan ganas de fusilar a sus autores.

Reflexión dominical digital: "No dejes que los lectores te estropeen un buen titular".

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