Así lo reclamamos hace tan sólo unos días por las calles de Palma, Afedeco y Pimem Comercio, en señal de protesta por la venta ambulante ilegal, a la vez que reclamamos de las autoridades locales, autonómicas y central una apuesta valiente para acabar con la mafia y la explotación laboral origen de la venta ambulante ilegal. Un año más se constata al inicio de la temporada, una mayor actividad de la venta ambulante ilegal, que además de transmitir una imagen penosa de Balears a los turistas que nos visitan, atenta contra las marcas registradas y la Hacienda Pública y Seguridad Social, y permiten el beneficio fraudulento de mafias organizadas que explotan laboralmente a los vendedores.

Son muchas las razones que se argumentan desde el sector del comercio para acabar con esta venta ambulante ilegal, organizada en la mayoría de los casos al amparo de redes o mafias delictivas que actúan cada vez con mayor impunidad y permisividad. Con dicha actividad ilegal se tolera la explotación de personas que trabajan en condiciones inhumanas, sin los derechos de carácter necesario e irrenunciables del resto de trabajadores, sin estar asegurados, sumisos en la clandestinidad y que no tienen otra salida que plegarse al "negocio sumergido" de la venta ambulante de sus patronos fuera de la ley, que son quienes en definitiva obtienen grandes beneficios fraudulentos ante la pasividad e ineficiencia de la Administración -de ahora y de antes-.

Además, con dicha actuación ilegal se provoca la destrucción de empresas legalmente establecidas y del empleo que las mismas generan. Asimismo, se atenta contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social que sustentamos todos, a la vez que se falta contra las marcas, colaborando en la destrucción de la cultura, la creatividad y la innovación al vender copias falsas de productos de muy baja calidad.

La situación vuelve a ser preocupante y resulta urgente que la Administración en su conjunto se organice y coordine de modo que se proceda a estructurar los mecanismos necesarios con el único objetivo de combatir y erradicar la mafia que sustenta dicha actividad y es el origen de esta lamentable y "eterna" situación.

Estamos ante un problema social que no es posible que únicamente recaiga sobre las espaldas del comercio de proximidad. Las Administraciones en su función de tutela efectiva deben dar una solución global y social a partir de la tolerancia cero a esa mafia que explota a esas personas, siempre con el único propósito de lucrarse. Reclamamos ya por tanto una actuación urgente y decidida€

*Presidente de Afedeco