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Cassandra

Como es conocido, Cassandra Vera, una estudiante de 21 años, ha sido condenada a un año de prisión y a siete de inhabilitación por haber publicado unos tuits sobre el asesinato de Carrero Blanco. Un juez sensato, interrogado al respecto por una emisora de radio, ha puesto de manifiesto lo absurdo de este despropósito con argumentos incontrovertibles: cuando Cassandra nació, hacía 23 años que Carrero había sido asesinado, por lo que para ella, el personaje era tan lejano históricamente como el cura Merino, a quien hoy llamaríamos terrorista. Buscar, pues, alguna conexión entre Cassandra y los asesinos etarras del almirante es una tarea inútil.

El dislate está sin embargo previsto en la ley: el artículo 578.1 del Código Penal, incluido en una sección titulada "De los delitos de terrorismo", dispone textualmente: "El enaltecimiento o la justificación públicos de los delitos comprendidos en los artículos 572 a 577 [los de la propia sección] o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares, se castigará con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses". Como también ha declarado el referido juez, la única manera de que no se cometan dislates como el que afecta a Cassandra es que el parlamento elimine o reforme esta disposición confusa, vidriosa y disparatada. ¿A qué esperan sus señorías?

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