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Matías Vallés

Más turistas que votos al Govern

Como mínimo, Francesc Antich anunció que abriría Son Espases "con todo el dolor de mi corazón". Su sucesora Francina Armengol...

Como mínimo, Francesc Antich anunció que abriría Son Espases “con todo el dolor de mi corazón”. Su sucesora Francina Armengol celebra con el corazón desbordante de alegría la inauguración de la cárcel de máxima seguridad del Palacio de Congresos, sin duda la mayor salvajada perpetrada por un Govern contra la imagen de Palma. La presidenta socialista se apropia de un mamotreto del PP. ¿Qué vendrá después, celebrar la atmósfera de concordia de sa Feixina? De las palabras a los hechos, el ejecutivo progresista ha de montar un homenaje a Matas y Bauzá, coautores del despilfarro. En la placa inaugural deben cincelarse los nombres de todos los presidents nombrados en este párrafo. Envueltos en uno de esos corazones que regala Podemos, los dinamiteros con sordina.

De la demolición a la consagración del Palacio de Congresos, el Govern de la falsa transparencia puede divulgar si se atreve el coste en euros de un engendro que nadie necesitaba. Un hotel construido con fondos públicos, a un precio que ningún hotelero hubiera pagado por un establecimiento privado. Mejor dicho, a un coste que ningún empresario ha querido sufragar, otra rendición del ejecutivo progresista a fuerzas que lo han llevado a los tribunales.

Todo sea por aumentar las disparatadas cifras de llegadas a Son Sant Joan. El Govern progresista de legislatura única podrá presumir en dos años de que ha logrado más turistas que votantes. El próximo president del PP colocará una placa con el nombre de Armengol en la ampliación del aeropuerto de Palma. También debe estar ya preparada la lápida con la inscripción de los miembros del Govern, en el aparcamiento para centenares de vehículos de es Trenc. Y si ponemos un parking, necesitamos una caseta, y un merendero, y una pequeña residencia, y un hotelito. Los interesados pueden pasearse por el Paseo Marítimo de Palma, el primer atentado del PSOE contra la fachada marítima de la capital. No se corrompen menos por falta de entusiasmo, sino porque los populares son imbatibles en esta reñida competición.

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