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Jose Jaume

Desde el siglo XX

José Jaume

El Gobierno purga la Fiscalía anticorrupción

El Gobierno de Rajoy ha cortado por lo sano; harto de que el PP se las vea a diario con investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción, procede a purgarla al más depurado estilo marxista-leninista

La fenomenal purga desatada por el ministro de Justicia Rafael Catalá en la Fiscalía Anticorrupción a través del sumiso Fiscal General del Estado José Manuel Maza, ha coincidido con las declaraciones de uno de los fiscales purgados, el de Murcia, Manuel López Bernal, quien, en la cadena Ser, dice que han sido objeto de reiteradas intimidaciones. El fiscal murciano investigaba al presidente de la Comunidad Pedro Antonio Sánchez, quien se niega a dimitir pese al pacto con Ciudadanos, que está haciendo uno de los papeles más lamentables que pueden protagonizarse en política. En lenguaje llamado vulgar se denomina cornudo y apaleado.

Siendo gravísimas, mortales de necesidad, las acusaciones del fiscal jefe de Murcia, tiene más enjundia la limpieza que de fiscales molestos para el PP ha ejecutado el fiscal general del Estado. Se sabía para lo que había sido nombrado José Manuel Maza, que esencialmente era hacerle la vida más fácil al PP, pero no se conocía el alcance que iba a tener la purga. Ha sido de las que hacen historia. Maza se ha deshecho de los fiscales que más han bregado en desentrañar las tramas corruptas de la vida pública española. Ha caído hasta el fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, un jurista de prestigio internacional. La guadaña del Fiscal General del Estado, la larga mano del ministro Catalá, que, a su vez, cumple, no se olvide, lo que le demanda Mariano Rajoy, ha sido implacable: control absoluto de la Fiscalía. Cualquier atisbo de independencia se echa por la borda. Ni tan siquiera se guardan las formas. La Fiscalía está a las órdenes del Gobierno y el Gobierno del PP no quiere que siga la "cacería" contra las supuestas tramas corruptas del PP. Los jueces de instrucción sabrán qué hacer. Queda el recurso de la acusación popular, que ahora, al estar Rajoy en minoría en el Congreso de los Diputados, no puede eliminar. Cuando en el PP han puesto en evidencia a Podemos arguyendo que a Errejón, "el niño", al decir del faltón chulesco que es Rafael Hernando, portavoz popular en el Congreso, lo habían depurado, puede que no estuvieran al tanto del alcance de la purga que en la Fiscalía preparaba el Gobierno de su partido. La de la Fiscalía es, reiterémoslo, cercana a la que los gobiernos autoritarios desencadenan cuando les vienen mal dadas. Hacerla en las circunstancias actuales es, además, muy conflictiva, porque enrarecerá todavía más el ambiente, contribuirá y no poco al creciente desprestigio del sistema, al que la exoneración de la infanta Cristina no le ha hecho ningún favor, sino que ha insuflado más dosis de desafección en la ciudadanía.

Estamos en un momento que algunos definen como de aguas estancadas, con todas las propiedades poco agradables para el olfato que llevan aparejadas, pero pronto o tarde habrá que activar el desagüe. Este estado de cosas no se prolongará indefinidamente, el fundamental anhelo de Rajoy. Parece que se estuviera a la espera de saber qué deparan las primarias del PSOE, a celebrar en mayo, para que sepamos a qué atenernos. Con Susana Díaz las aguas estancadas podrían ser soportadas, con Pedro Sánchez indudablemente no. Las primarias de mayo y el desenlace en Cataluña.

Acotación al margen. Los magistrados Concepción Espejel y Enrique López, significados por su cercanía al PP, hasta el punto de haber sido recusados en varios juicios de la Gürtel, recusación aceptada por sus compañeros de la Audiencia Nacional, han condenado a tres años y seis meses de cárcel al rapero Valtonyc por injurias a la Corona y enaltecimiento de ETA. Es una sentencia que seguramente será casada por el Tribunal Supremo. Espejel y López han puesto en evidencia que la libertad de expresión, derecho fundamental, está siendo vulnerado en España. Valtonyc puede desagradar, que desagrada y no poco, pero no ser condenado a pena de cárcel por las letras de sus canciones. Eso es lo habitual en las dictaduras.

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