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Antonio Papell

Europa frente a EEUU

La visita del vicepresidente norteamericano Pence a las instituciones de Bruselas no ha bastado para reparar plenamente una relación dañada por las intemperancias del nuevo presidente Trump, quien durante la campaña electoral o después de ella ha elogiado y celebrado el Brexit, ha deseado que otros países europeos sigan la senda rupturista del Reino Unido, ha despreciado el euro y la integración europea y ha amenazado con desactivar la defensa común, la Alianza Atlántica, si los países europeos no se aprestan a incrementar su presupuesto militar para sostener el sistema. Con Trump, puede darse además por definitivamente descartado, por razones ideológicas, el TTIP (Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones), cuya propuesta -justo es reconocerlo„ ya no gozaba con Obama de muy buena salud.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, llegó a afirmar en una carta demoledora a los 28 que Trump era "una amenaza para la Unión Europea" y pedía a los líderes comunitarios coraje para oponerse a "la retórica de los demagogos". Y aunque Pence expresó en Bruselas el compromiso de Trump con los "valores y propósitos" europeos, "palabras prometedoras" según Tusk, este reconoció asimismo que después de todo lo ocurrido no se puede hacer como si no hubiera sucedido nada. Y de hecho, en su visita a la sede de la OTAN, Pence dio de plazo hasta finales de 2017 para que Canadá y los aliados europeos hagan "progresos reales" en su contribución financiera y el reparto de cargas en la Alianza. "El presidente (de EE UU, Donald Trump) y el pueblo estadounidense esperan que nuestros aliados mantengan su promesa y hagan más por nuestra defensa común", dijo sin inmutarse.

La OTAN, antes que una costosa alianza militar, es una comunidad democrática de creencias que vincula, ancla y protege a todas las democracias parlamentarias que ganaron la Segunda Guerra Mundial o que se formaron a partir de 1945 partiendo del espíritu del pluralismo liberal triunfante (España, que fue excepción a la regla, ingresó cuando fue democrática). La OTAN fue durante décadas uno de los extremos de un mundo ideológico bipolar que ya no existe pero que hoy desempeña el papel de referencia democrática incuestionable, basada en la vigencia de los grandes derechos humanos y de las libertades públicas así como en un modelo parlamentario con división de poderes. Modelo inserto en una serie de valores como el cosmopolitismo, la apertura comercial, la solidaridad norte-sur y la mitigación de las grandes desigualdades globales.

Evidentemente, el régimen norteamericano es muy sólido y probablemente resistirá como otras veces las crisis provocadas por un mal presidente, pero Europa no pude mirar hacia otro lado mientras Trump, que sigue inaugurando complejos turísticos de su propiedad en las satrapías del Cercano Oriente, ignora el sentido de la solidaridad democrática entre países aliados, enrarece el sistema de relaciones internacionales, pretende impedir el comercio a los países en desarrollo -el caso de México es paradigmático„, observa los dramáticos flujos de refugiados y emigrantes con la frialdad del ornitólogo y, en definitiva, reconoce que no está dispuesto a aceptar otros criterios ni otras reglas que los dictados del interés de los Estados Unidos.

En el caso español, no es evidentemente lo mismo tener aquí bases americanas cuando en la Casa Blanca hay un administrador de confianza que comparte todos nuestros grandes principios y va a ser leal a sus compromisos que cuando al frente de la gran potencia está un embustero compulsivo que nos amenaza puerilmente con no defendernos si no pagamos el último plazo de nuestros cañones. Sectores poderosos de la opinión americana ya piensan en la posibilidad de salir de este mal sueño mediante un impeachment, que sería impulsado cuando se haga aún más evidente la incompatibilidad entre sus negocios y su cargo, pero en el entretanto no podemos cruzarnos de brazos: Europa tiene que ponerse en pie ante este lunático que ha logrado sacar el máximo beneficio del desánimo de sus compatriotas.

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