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Llorenç Riera

Los puentes festivos son combustibles

Un incendio en Ses Tres Germanes de Marratxí obliga a suspender una macrofiesta y a desalojar a casi dos mil personas. Se da por hecho que el fuego fue intencionado y que se originó con un rollo de papel de váter

La acumulación de jornadas festivas y la inactividad laboral se están volviendo materia combustible, del mismo modo que ya lo son los primeros días de frío, cuando la mala combustión de un brasero atiza la vivienda y algunas veces la vida, de un anciano que vive solo y desamparado. Sin exagerar, deberemos tener en cuenta que la Palma en que viven 17.000 personas solas mayores de 65 años es cada día más propensa al accidente doméstico por combustión inapropiada. Dos mujeres y un bebé han tenido que ser evacuados de un piso de la ciudad, en la madrugada posterior a la Navidad, con intoxicación por humo.

Pero ahora estamos en periodo de fiesta desinhibida y, como en casi todos ellos, ha vuelto a quemar una gran nave. Habrá que comenzar a preguntarse porqué casi cada vez que se suceden varios días festivos arde una instalación en un polígono industrial o un espacio lúdico de alta concurrencia. El fuego es siempre desaprensivo y traidor, pero será necesario reconocer que, aún siendo de sobras conocida su naturaleza, se mantiene al olvido y al abandono, como mejores presas del pasto de las llamas. Los costes trágicos de la relajación de la prevención son de sobras conocidos pero no logran actuar a modo de extintor de cautela y protección o, cuando lo hacen, demasiadas veces es con tardanza y sin efecto retroactivo.

En esta oportunidad ha ardido un lugar tan conocido como el complejo de Ses Tres Germanes, en Marratxí, imposible de separar de incontables actividades lúdicas de las últimas décadas en Mallorca. Su actual plan de prevención de incendios, al parecer, estaba asentado sobre un barro de peor calidad que el cocido en la Fira del Fang que ha albergado durante tanto tiempo.

La descripción del accidente dice mucho, no solo del desarrollo y control del incendio, sino de los comportamientos y hábitos seguidos en la macrofiesta del siniestro. Unas 1.800 personas fueron evacuadas del evento llamado "Resacón navideño" convocado en Ses Tres Germanes. El fuego tuvo su origen en la quema de un trozo de papel higiénico prendido, según todos los indicios, por un joven enfadado por no poder acceder a la fiesta. Media docena de personas llegaron a ser atendidas por inhalación de humo o crisis de ansiedad.

Ses Tres Germanes tenía una orden de paralización y clausura para este tipo de actos desde marzo de 2015 que solo fue retirada el pasado 21 de diciembre. La Asociación Balear de Ocio Nocturno había llamado la atención sobre la convocatoria de la macrofiesta sin los permisos correspondientes. No ha pasado nada grave, pero lo ocurrido debe ser, de modo imperativo, una clara advertencia más de la necesidad de extremar la precaución y la garantía en las grandes concentraciones. La diversión no esta reñida con ello.

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