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Llorenç Riera

Escuela necesaria a ritmo de presupuesto

Una sociedad que arrastra déficits de espacios docentes exhibe sus debilidades y deja a la intemperie la evidencia de otras preferencias menos nobles. Ocurre en Balears agravado todavía por la debilidad de unos programas educativos carentes de consenso y proyección de futuro. No puede extrañar, por tanto, que dentro de tan endeble hábitat hayan aparecido barracones y aulas prefabricadas donde debía haber colegios de pared sólida, tranquilidad de cátedra y abundante ánimo integrador.

Ahora el Govern se dispone a paliar esta situación con el apremio de quien tiene la imperiosa necesidad de aprobar los Presupuestos. El plan de infraestructuras educativas es la última condición que le había puesto Podemos para mantener el compromiso de estabilidad presupuestaria firmado semanas atrás. Es seguramente por eso que se nota un tanto la improvisación y que lo que debía ser acuerdo cerrado con la oposición se deja a merced de la buena intención y de unos "datos objetivos" que pueden ser interpretados de forma muy distinta si se produce un cambio de residente en el Consolat de Mar. De hecho, barracones elevados a la categoría de aulas ya había en exceso antes de que llegaran Francina Armengol y Martí March.

El plan presentado ayer por el Govern tiene la extensión de dos legislaturas y una necesidad presupuestaria de cien millones de los que 64 se gastarán antesde los próximos comicios y los 36 restantes quedan a expensas de unas previsiones que "son difíciles de cambiar". Con ello, para empezar, se emprende la construcción de 11 nuevos institutos y colegios y se afrontan 14 reformas y ampliaciones. Por esta vía se piensa extinguir también, antes del final de legislatura, 73 de los 108 barracones existentes.

Campos es uno de los casos más llamativos. Su colegio Joan Veny i Clar se ha convertido en emblema de la carencia y reivindicación educativa en Balears. Tiene 712 alumnos matriculados cuando estaba concebido para 400. Se ha sobrevivido con siete aulas prefabricadas. El conseller aspira a tener listo el nuevo colegio campaner antes de que expire este periodo de gobierno pero se queja de la falta de colaboración del Ayuntamiento y depende de un solar del Ibavi.

Esta también es la expresión de los abundantes condicionantes que vinculan al imprescindible plan de infraestructuras educativas del Govern. De ahí que, para dotarlo de mayor robustez, se pueda echar de menos una mayor alianza con todas las fuerzas políticas en detrimento de las únicas exigencias de Podemos vinculadas al presupuesto general de la Comunidad. Pero no es menos cierto que las aulas no podían esperar más tiempo.

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