Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fiesta nacional

No hace falta un gran esfuerzo de razón para entender que lo que nos une a los españoles no es precisamente la hispanidad, ese concepto vaporoso y vago que tantas veces ha sido utilizado para arrojarlo a la cara de otros con su carga étnica de racismo y superioridad. Ni mucho menos unos ejércitos que, en una democracia consolidada, no son más que un meritorio cuerpo de funcionarios públicos que tienen asignada una tarea específica al servicio de la comunidad. En consecuencia, es un craso error, muy evidente y que hace agua por los cuatro costados, mantener la Fiesta nacional española vinculada a ambos conceptos, aunque haya que pagar el precio de una absurda artificiosidad, culminada por una recepción regia cuyo sentido último no acaba de entenderse.

Lo que nos une políticamente a los españoles, además de los sentimientos complejos y en buena medida indescifrables, es la Constitución, abrazada por muchos de nosotros, que nos iguala en derechos y libertades y nos proporciona cobertura material y moral frente a la adversidad. Ser español es ante todo vivir con garantías, disfrutar de un ambiente estructurado de tolerancia y respeto, acatar unas leyes que hemos contribuido positivamente a elaborar y que rigen porque son parte del contrato social que nos vincula a todos con ese tronco común de racionalidad y amistad.

Compartir el artículo

stats