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Antonio Tarabini

Rajoy es el máximo responsable

El gran líder popular y sus agregados ya insinúan sin complejos que los socialistas serán los responsables de la celebración de unas nuevas e indeseables elecciones

Les confieso que estoy aburrido y harto de escribir y opinar, con mayor o menor acierto, sobre los avatares del candidato Rajoy buscando, sin renunciar por ello a su cachaza, socios que por activa o por pasiva le posibiliten su Investidura como Presidente del Gobierno.

De momento, la realidad le sirve bastos. Se reúne con los minoritarios, incluido ERC, cuyo voto negativo tiene absolutamente garantizado. Sigue sin reunirse con Ciudadanos, el partido más próximo ideológicamente, que con su voto positivo no le daría la mayoría suficiente para la investidura, pero podría ubicarle en una situación más favorable (169 escaños, a siete de la mayoría absoluta) para negociar con otras fuerzas abstenciones en la segunda ronda. Y, como no puede ser de otra manera, reclama de los socialistas "visión y responsabilidad de Estado". Y ya que no aceptan la máxima ilusión de Rajoy, la Gran Coalición, les exige como mínimo su abstención para su investidura. Pero hay más: el gran líder popular y sus agregados ya insinúan sin complejos que los socialistas serán los responsables de la celebración de unas nuevas e indeseables elecciones.

En una democracia consolidada el partido más votado y su consiguiente candidato no acceden directamente a presidente y a formar Gobierno (tal como piensa Rajoy) a no ser que tenga mayoría absoluta. Si no es así, y este es nuestro caso, se supone que Rajoy y el PP toman la iniciativa para obtener los apoyos necesarios para la investidura, la formación de un gobierno de coalición o de minoría y unos acuerdos mínimos y básicos (que deben hacerse públicos) con otras fuerzas que puedan garantizar una cierta estabilidad parlamentaria. No olvidemos que el 20D, Rajoy, siendo el líder más votado, no aceptó la invitación del Rey para intentar una posible Investidura. Más aún, Rajoy se mantuvo como un vulgar Don Tancredo observando y transfiriendo toda la responsabilidad a la iniciativa de Pedro Sánchez, frustrada en parte a los malabarismos de Podemos.

El candidato Rajoy y el partido que lo avala son los máximos responsables en caso de éxito o de fracaso, son los que tienen que poner sobre la mesa propuestas y compromisos políticos, de gobierno y de Parlamento que puedan facilitar un voto positivo o de abstención, un gobierno de coalición o de minoría con ciertas garantías de gobernabilidad. De momento, nada de nada. Mariano Rajoy sigue demandando un cheque en blanco para continuar con las mismas políticas de la anterior legislatura. ¿Siguen en pie la Ley Wert, la Ley Mordaza, la Reforma Laboral, y suma y sigue? ¿Cómo y cuándo piensa proponer medidas de sostenibilidad de las pensiones? ¿Cómo y cuándo una reforma profunda de la Ley Electoral, de Partidos y de su financiación? ¿Cuándo y cómo una nueva financiación de las autonomías? Podríamos seguir. De momento, nada de nada. Los populares y Rajoy son los máximos responsable del actual estancamiento.

Al otro lado del coso, a los socialistas les toca bailar con la más fea. Existe unanimidad en la familia socialista, así parece haberlo expresado su Comité Federal, en el no a la gran coalición y en el no a la Investidura de Rajoy. Las políticas desarrolladas por los populares, incluidas las económicas, están en las antípodas del programa electoral de los socialistas. En consecuencia, si el PP consigue los avales suficientes de otros partidos para la investidura y para formar gobierno, los socialistas se ubicarían con toda naturalidad en la oposición parlamentaria coherente, seria y próxima a la ciudadanía, y con capacidad de proponer iniciativas de interés general, así como participar en propuestas ajenas que como mínimo no sean opuestas a su programa electoral.

La discrepancia interna surge cuando se plantea definir y concretar cuál debería ser el "compromiso" del PSOE ante una "necesaria" abstención para la investidura de Rajoy en una segunda vuelta. Han aparecido múltiples gurús, el más relevante Felipe González, que no se niegan a facilitar la formación de un gobierno presidido por Rajoy a través de una abstención crítica (?) de los socialistas y después ubicarse en la oposición. Los motivos aducidos son el "sentido de responsabilidad" de los socialistas en unos momentos muy difíciles para España, los españolitos y españolitas; y también el lógico terror a que se les acusen (aunque sea sin razón) de ser los responsables de unas indeseables nuevas elecciones. Son muchos los militantes, simpatizantes y votantes socialistas, que aun compartiendo parte del análisis de Felipe González, no aceptan su conclusión. A falta de una lectura más atenta de las conclusiones del recién celebrado Comité Federal, algunos percibimos una cierta ambigüedad calculada que pudiera dejar puertas entreabiertas a facilitar la investidura de Rajoy a cambio de comprometerse a adoptar algunas reformas. Aunque se tratara de una abstención crítica, sería simplemente el abrazo del oso que podría significar un zarpazo de muerte para el PSOE, aunque fueran aplaudidos por la derecha política, social, económica y financiera.

El próximo día 19 se constituye el "nuevo" Congreso de Diputados y el Senado. Se supone que algún día Rajoy se pondrá las pilas. Lo que no puede seguir practicando es transferir la pelota, sus responsabilidades, a los otros. El PP y su líder Rajoy, después del respaldo que le han dado las urnas, es el máximo responsable de posibilitar su investidura, su gobierno de coalición o en minoría, así como garantizar una gobernabilidad desde y con un Parlamento diverso y plural.

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