El problema más grave que tiene la sociedad española es sin duda el del crecimiento de la desigualdad. La desigualdad es la distancia económica entre los que tienen más y los que tienen menos. Según fuentes de Eurostat, en el año 2009 la renta del 10% de los españoles con mayores ingresos multiplicaba por seis a la del 10% de la renta de los españoles con menos ingresos. Después de siete años de crisis esta distancia se ha hecho más amplia y ha llegado a casi siete puntos.

En la Unión Europea se considera a una persona como pobre cuando está por debajo del umbral de pobreza, que en 2009 eran 8.876 euros y en 2014 era de 7.961 euros. Es decir, además de la desigualdad, los pobres son cada vez más pobres. Aún más, si en el año 2009 había un 20,4% de hogares por debajo del umbral de pobreza, en el 2014 eran 22,2%. O sea que además de la desigualdad creciente, hay un número creciente de hogares pobres.

También se evalúa la intensidad de la pobreza, que mide aquellos hogares que están por debajo del umbral de la pobreza porque apenas entran recursos económicos en casa. Este indicador de intensidad ha evolucionado al alza. En 2009 el 25,7 % de los hogares pobres no tenían ningún tipo de ingreso y en el 2014 eran el 31,6%. Esta situación de pobreza se traduce en unes condiciones de vida de carencia material grave. Por ejemplo en el 2007 había un 37,9% de hogares que no podían permitirse una semana de vacaciones al año, en el 2014 son un 46,4%. También se traduce en hogares que no pueden afrontar gastos imprevistos, en el 2007 eran el 30,8% de hogares y en el 2014 eran el 42,6%.

La falta de un trabajo estable y remunerado adecuadamente es el factor que influye más en la situación de pobreza. Así vemos como la tasa de paro de larga duración, ha pasado del año 2007 del 2% de la población activa, al 15,1% del año 2014. Y el número de personas que viven en hogares en los que no trabaja ninguno de sus miembros, ha pasado del 5,3% en el 2007 al 15,3% en el 2014.

Para acabar de rematar este escenario dramático, el porcentaje de personas con prestaciones por desempleo ha pasado del 71,4% en el 2007, al 58,9 % en el 2014. Si bien el nivel de estudios ha tenido avances entre el 2002 y el 2014 ya que estábamos en un 57,8% y hemos pasado al 43% de abandono escolar en el 2014, todavía estamos en un porcentaje altísimo para un mundo globalizado, competitivo y muy especializado.

Para los socialistas está claro que hay que cambiar la tendencia y pasar de esta situación a otra, en la que se siga creando riqueza pero eliminando pobreza. Conseguir que se reduzca progresivamente la desigualdad y durante mucho tiempo. Debido a que la tendencia del crecimiento de la desigualad es tan intensa y con un largo recorrido ya de ocho años, la cosa no va a ser nada fácil.

Para tomar conciencia del tamaño del esfuerzo que tenemos que hacer para reducir la pobreza en España, basta con que nos fijemos en otro país europeo al que no gustaría parecernos en este tema, como por ejemplo Alemania. Este país está sufriendo también el crecimiento de la desigualdad, incluso teniendo en estos momento casi pleno empleo, pero su tasa de pobreza se sitúa en torno al 15%, siete puntos por debajo de la nuestra.

Por todo ello es necesario luchar por conseguir un gran acuerdo político y social contra la desigualdad y la pobreza, que implique a todas las fuerzas políticas y sociales, que sea a largo plazo con compromisos anuales a través de los presupuestos del Estado y la colaboración de todas las comunidades autónomas. En estos momentos todo el tercer sector social defiende la idea de un gran pacto de Estado y creemos que recoge una gran aspiración de todos los ciudadanos de todos los colores políticos, así como se demuestra en todas la encuestas del CIS de los últimos años que dicen que el paro es la principal preocupación de los españoles. Además, un pacto de estas características ayudaría a reducir la desconfianza de los ciudadanos respecto de los partidos políticos.

(*) Datos editados por EAPN, de los autores Miguel Esteban y Antonio Losa

* Diputado del PSIB-PSOE en el Parlament balear