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Llorenç Riera

La ecotasa pasa revista al alquiler

La aprobación del reglamento de la ecotasa ayer, por parte del Govern, permite tenerla lista para comenzar a aplicarla el próximo 1 de julio, pero también desvela algunas cosas complementarias a las conocidas hasta ahora sobre el tributo. De entre ellas destaca el hecho de que, aparte de su efecto recaudador, es una herramienta adaptable a otros usos, principalmente de control, por pare de la Administración.

Si se sabe dónde se paga el impuesto de turismo sostenible y cómo, también podrá conocerse qué se hace en cada casa. Aunque sea al precio de entrar en alguna contradicción mayúscula y engrosar el colectivo de ciudadanos sospechosos de irregularidad, a pesar de que la propia Administración les veta los medios para poder actuar con transparencia y legalidad.

A la vista del reglamento de la ecotasa adquirimos conciencia de que todo el mundo que tenga alquilada una vivienda por tiempo inferior a dos meses en un edificio residencial, será un potencial defraudador bajo indicio de haberlo hecho con fines turísticos. Se invierte el peso de la carga pese a que el arrendamiento vacacional en inmuebles plurifamiliares está prohibido desde 2012. A pesar de ello, el Govern quiere cobrarles la ecotasa.

Al recibir la visita de un inspector solo servirá la exhibición de un contrato y la acreditación de aval en forma de depósito para demostrar que el amparo de la Ley de Arrendamientos Urbanos ha sido usado por pretexto residencial y no turístico. Parece que el Govern ha querido huir a la desesperada de la previsible acusación de cobrar sólo la ecotasa a los establecimientos hoteleros y facilitar de este modo una competencia desleal. También se adivina un considerable interés por no desvirtuar la tasa que se estrena el 1 de julio y hacer extensiva su aplicación a todas las pernoctaciones, excepto las de menores de 16 años, las acogidas al Imserso y las de familiares de enfermos tratados por el Ib-Salut. El principal problema está en que no se han tomado todas las medidas previas para hacerlo y ahora se entra en esta incongruencia de querer hacer caja con una ecotasa sobre una actividad, la del alquiler turístico en edificios residenciales, que el Govern de Bauzá no reguló por voluntad expresa de no hacerlo y el de Armengol tampoco lo ha hecho pese a la promesa de normalizar la situación. Ello cuando ya asegura que tiene muy avanzada la aplicación práctica de todo su programa de gestión.

La ecotasa es por tanto un elemento multiusos. Sirve para recaudar, para que los turistas contribuyan al sostenimiento de los bienes y servicios de los que se benefician, pero también para dejar al descubierto, con toda claridad, las carencias y contradicciones de la gestión pública. Aparte del rechazo del PP y de una parte sustancial del sector hotelero, se han depositado muchas esperanzas y concedido muchos méritos al la ecotasa pero, al final, tendrá muchos más, incluido el de sacar los colores a la Administración.

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